La industria mundial del automóvil tiene un nuevo país productor: Ghana. Un apasionado inventor de este país africano ha realizado su sueño de crear una nueva marca, que espera competir con los gigantes del sector.

Los 4×4 Kantanka “made in Ghana” fueron oficialmente lanzados al mercado a principios de diciembre, con una gama que va de los 16.500 a los 32.000 euros. Una línea de berlinas, más asequible, está prevista para el próximo año.

El inventor, Kwadwo Safo Kantanka, tiene un rico pasado. Ha fabricado ya un vehículo cuya puesta en marcha se activa con un reloj de oro, robots que hablan, una televisión controlada por la voz y un prototipo de helicóptero de combate, entre otras invenciones, en sus talleres donde emplea a 250 obreros en Gomoa Mpota, a unos 60 kms al oeste de la capital Accra.

Este proyecto de automóvil íntegramente fabricado en Ghana “ya lo tenía en mente desde 1971″ relata su hijo, Kwadwo Safo junior.

Pero Kwadwo Safo Kantanka no es solamente un inventor prolífico. Como exitoso pastor, posee 137 iglesias, así como varias empresas cuyos ingresos le permiten financiar sus invenciones.

Llamado “El Apóstol”, este hombre ambiciona cambiar la economía de su país, incluso de toda África. Ghana, un estable país de 25 millones de habitantes, considerado como un modelo democrático en África occidental, ha tenido un fuerte crecimiento económico en los últimos años, pero basado esencialmente en la exportación de materias primas, cacao, oro y petróleo.

El presidente del país, John Dramani Mahama, ha alentado en persona a sus compatriotas a comprar productos locales para favorecer a los empresarios locales.

¿El nuevo Toyota?

Para construir su vehículo todoterreno, Kwadwo Safo Kantanka busca utilizar al máximo las competencias locales.

Los 4×4 Kantanka se parecen exteriormente a los de las grandes marcas mundiales. Su rejilla delantera está adornada con una estrella de cinco puntas plateadas, el logo de la marca y el símbolo de Ghana. En el interior, el tablero de a bordo incluye motivos en madera procedentes de los bosques ghaneses, y asientos de cuero color crema fabricados en Kumasi, en el centro del país.

Pero Kantanka se ha visto obligado a importar algunos elementos clave, como los vidrios, los neumáticos o los frenos.

¿Encontrarán los vehículos Kantanka compradores en el mercado ghanés? El hijo del inventor está convencido de ello.

Los modelos ya han sido aprobados por las autoridades de seguridad de los automóviles “y ya hemos recibido fuertes pedidos de sociedades en Ghana”, afirma.

La marca lanzó una campaña publicitaria con estrellas de cine y de música locales, utilizando asimismo las redes sociales.

Pero el mercado nacional es pequeño: solamente 12.000 vehículos nuevos y 100.000 de segunda mano cada año. Y dados sus precios, solo los muy ricos podrán comprarse un Kantanka.

Además, habrá que seducir a los clientes: en efecto, los consumidores tienen muy poca confianza en los productos africanos cuando éstos poseen un fuerte añadido tecnológico.

“Si se plantea el menor problema con el coche, nuestro servicio post-venta funciona 24 horas al día. No es necesario importar piezas de China, India o América” argumenta Kwado Safo junior.

La policía ya recibió un modelo de prueba hace seis meses, y Kantanka espera obtener otros pedidos públicos.

Kwado Safo junior es optimista. “Vamos a lanzar dos nuevas gamas de vehículos, y también prevemos producir autobuses y minibuses”.

“Debemos tener confianza en los coches ghaneses, como en los Toyota y los Hyundai”, afirma Murtala Mohamed, un habitante de Accra. “Ellos también partieron de la nada. ¿Quién sabe? A lo mejor Kantanka se convierte en el nuevo Toyota”.