Un refugiado sirio que fue captado mientras vendía lápices en El Líbano cargando a su hija, logró cambiar su destino y el de su familia gracias a una campaña que se volvió viral en las redes sociales.
Abdul Halim al-Atta se dedicaba a vender estos productos para poder mantener a su familia en Beirut, lugar que se ha visto afectado por ataques terroristas.
Su suerte comenzó a cambiar hace algunos meses, cuando comenzó a circular una fotografía suya mientras vendía los lápices con su hija a cuestas.
Cuando el islandés Gissur Simonarson supo de la fotografía de Abdul, escribió algunos mensajes en su cuenta de Twitter para poder dar con su paradero.
“Padre sirio vendiendo lápices en las calles de Beirut mientras su hija duerme”.
Syrian father selling pens in the streets of #Beirut with his sleeping daughter #Lebanon #Syria pic.twitter.com/KOz4mjW1rd
— Gissur Simonarson CN (@GissiSim) agosto 25, 2015
“He recibido una gran cantidad de peticiones para ayudar a este hombre y a su hija. ¿Alguien conoce a personas en Beirut que puedan localizarlo?
Gotten a lot of requests to help this man and his daughter. Anyone know people in Beirut able to locate him? #BuyPens
pic.twitter.com/KOz4mjW1rd
— Gissur Simonarson CN (@GissiSim) agosto 25, 2015
Gracias a la ayuda recibida, Simonarson logró viajar y conocer al hombre. Posteriormente, creó una campaña en una plataforma de recolección de fondos llamada Indiegogo para ir en ayuda del refugiado.
Además comenzó a publicar la campaña a a través de Twitter. ¿La meta? Conseguir 5 mil euros (unos 3 millones 800 mil pesos chilenos), sin embargo la iniciativa en favor del refugiado fue todo un éxito, y se logró recaudar más de 200 mil euros (155 millones de pesos aproximadamente).
No obstante, Indiegogo y Paypal debieron usar cerca de 20 mil euros para pagar las comisiones bancarias producto de la transferencia.
Según consignó el sitio británico The Independent, Simonarson, quién además es fundador de una publicación especializada en temas bélicos llamada “Conflict Nes”, logró que en sólo tres meses Abdul pasara de vender lápices en la calle a tener un restaurante, un local de comida kebab y una panadería.
Con estos negocios el hombre le da trabajo a otros 16 refugiados sirios.
Según la BBC de Londres, hay cerca de cuatro millones de refugiados sirios. A pesar de esto, toda la ayuda reunida fue en beneficio de una sola persona.
“Pensé mucho respecto al tema”, comentó Simonarson. “Pero las personas mandaron su dinero para ayudar a esta persona. Siento que estaría mal si yo me pusiera a distribuir los fondos”, agregó.
Tras recibir el dinero, Abdul aseguró que destinó cerca de 25 mil euros para ayudar a familiares y amigos. Además de los negocios que pudo establecer, se mudó a una casa más grande junto a su familia.