Star Wars se prepara para entrar la semana que viene en una nueva era con el estreno de El despertar de la fuerza, causante de la fiebre que millones de fans en todo el mundo padecen por saber cómo sigue la saga.
La histeria es palpable en todas partes: la preventa de entradas lleva semanas agotada, los productos de “merchandising” vuelan de las tiendas y las redes sociales están llenas de teorías y conspiraciones sobre la trama.
Los Ángeles vivirá el próximo lunes una auténtica locura con el estreno mundial del film en el corazón de Hollywood, por donde pasearán todos sus protagonistas, antes de que la película llegue a los cines de todo el planeta entre el 16 y el 18 de diciembre.
Disney, propietaria de los derechos de la saga, ha manejado con mucha inteligencia el secretismo que impuso sobre el film, logrando mantener siempre las expectativas y la ansiedad.
Solo se sabe que el Episodio VII, encargado de inaugurar la tercera trilogía, está ambientado unos 30 años después de El regreso del Jedi (1983).
El estudio encomendó la tarea de continuar la odisea espacial creada por George Lucas a finales de los 70 a J.J. Abrams, uno de los cineastas que mejor maneja los efectos especiales.
El director de cine sintió la necesidad de “ir hacia atrás para poder avanzar” la historia, según reconoció hace unos días durante un encuentro con periodistas. Tal vez por eso quiso unir sus ideas a las de Lawrence Kasdan, guionista de El imperio contraataca (1980) y El regreso del Jedi.
Ambos decidieron revivir los personajes más míticos para tender un puente hacia el futuro. Así es como Harrison Ford volvió a ponerse el traje de Han Solo y Carrie Fisher reencarnó a la princesa Leia.
Los fans saben que R2-D2 y C-3PO formarán parte de la acción y que Chewbacca repetirá como compañero de aventuras de Solo. La gran incógnita se cierne ahora sobre Luke Skywalker (Mark Hamill), ausente en el póster y los tráilers revelados a cuentagotas.
“Que la fuerza nos acompañe”
El despertar de la fuerza ha intentado mantener los grandes temas que abordaron las anteriores trilogías de Lucas, como la amistad, la lealtad y el coraje.
“La saga es muy familiar, habla de preservar a la comunidad y de ser persistente”, contó Lupita Nyong’o a la AFP. La actriz interpreta a Maz Kanata, un pequeño alien creado a partir de técnicas digitales del que prácticamente no se sabe nada.
Nyong’o forma parte de la nueva generación de actrices que convierten esta película en la más femenina de la franquicia. “Refleja de una forma más precisa el mundo en el que vivimos”, afirmó.
La actriz Daisy Ridley da vida a Rey, destinada a tener un papel determinante en la Resistencia con la ayuda del nuevo robot BB-8, mientras que Gwendoline Christie interpreta a la capitana Phasma, un soldado imperial.
El nuevo puzzle de Star Wars se completa con John Boyega en la piel de Finn, un soldado imperial que se pasa al otro bando, Oscar Isaac encarnando al piloto Poe Dameron y Adam Driver dando vida al villano Kylo Ren.
La llegada de los nuevos y el retorno de los veteranos ha puesto más en evidencia que nunca el fenómeno cultural y el factor familiar que generan Star Wars.
Solo en Estados Unidos se han vendido más de 50 millones de dólares en entradas anticipadas, todo un récord.
Lawrence Green, un devoto fan, adquirió cinco billetes, además de un pase para uno de los maratones que se han organizado en Los Ángeles para ver las seis películas previas.
“Hemos estado aguantando la respiración desde que supimos que iban a hacer la película. Por fin podremos respirar tranquilos”, aseguró a la AFP.
La prensa especializada vaticina que el film romperá todos los récord de recaudación global en su primera semana en cartelera. Las dos primeras trilogías acumulan 4.400 millones de dólares.
¿Está el mundo preparado para lo que deparará El despertar de la fuerza? “Sí, que la fuerza nos acompañe”, auguró Nyong’o.