Israel anunció este domingo la suspensión de contactos con la Unión Europea (UE) sobre el conflicto palestino-israelí en respuesta a la decisión de Bruselas de exigir el etiquetado de los productos fabricados en las colonias israelíes de los territorios ocupados.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “ordenó la suspensión de los contactos diplomáticos con las instituciones de la Unión Europea y sus representantes sobre este asunto”, indicó en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores.

La Comisión europea había adoptado el 11 de noviembre “la notificación interpretativa sobre la indicación de origen de mercancías provenientes de los Territorios ocupados por Israel desde junio de 1967″, en Cisjordania y los altos del Golán.

Esta medida, tomada semanas atrás un una reunión por los 28 comisarios europeos, fue tachada de “discriminatoria” por Israel y algo por la que la UE debería “avergonzarse”, según palabras del primer ministro isarelí Benjamin Netanyahu.

“La decisión de la UE es hipócrita, basada en una política de doble rasero, ya que sólo afecta a Israel y no a los 200 conflictos restantes a lo largo y ancho del mundo”, había dicho Netanyahu, considerando que “el etiquetado de productos del Estado judío (…) despierta los peores recuerdos. Europa debería tener vergüenza”.

Además, la cancillería israelí denunció en su momento motivaciones “políticas” de la UE y consideró la medida como “discriminatoria, inspirada por el movimiento de boicot”.

Tras anunciarse esta medida, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, defendió la decisión, explicando que era “técnica y no política”.

La UE “no apoya de ninguna forma un boicot o sanciones contra Israel” y añadió que “la Comisión provee una guía a los Estados miembros y operadores económicos para garantizar la aplicación uniforme de las reglas sobre la indicación de los productos de las colonias israelíes”.