El universo de los estudios científicos está lleno conclusiones importantes para el avance de nuestra sociedad. Sin embargo, dentro de ese gran abanico de investigaciones, hay algunas que aún nos preguntamos por qué se hicieron y otras que sólo confirman cosas evidentes para la mayoría.

Ese último es el caso de varios sondeos recogidos por la revista de ciencia divertida Mentalfloss, los cuales llegaron a resultados que fueron una sorpresa para muy pocos.

1. Tu gato te ignora

Un estudio de la Universidad de Tokio mostró que a pesar de que los mininos son capaces de identificar la voz y órdenes de su dueño, deciden ignorarlo.

El sondeo liderado por Atsuko Saito y Kazutaka Shinozuka, analizó a veinte gatos domésticos en sus hogares. En la ocasión se observó la reacción del animal ante tres voces desconocidas que los llamaban por su nombre y luego la de su humano.

Los investigadores analizaron los movimientos de orejas, cola, cabeza, dilatación de los ojos y desplazamiento de los mininos frente a los estímulos. Al oír sus nombres, los gatos mostraban un “comportamiento de orientación” (moviendo la cabeza y las orejas para localizar de donde venía el sonido) y a pesar de que mostraron una mayor respuesta a las voces de sus dueños que a las de extraños, se negaron a moverse cuando los llamaban.

“Estos resultados indican que los gatos no responden activamente con conducta comunicativa a sus dueños cuando los llaman fuera de su vista, a pesar de que son capaces de distinguir sus voces”, escriben Saito y Shinozuka. “Esta relación amo-gato contrasta con la de los perros”, añadió.

“Históricamente, los gatos, a diferencia de los perros, no se han domesticado para obedecer las órdenes de los humanos. Más bien, parecen tomar la iniciativa en la interacción hombre-gato. Esto contrasta con la historia de los perros y los humanos, donde el primero ha sido criado durante miles de años para responder a las órdenes. Los gatos, al parecer, nunca necesitaron aprender”, indicaron los autores.

2. Los estudiantes que hacen sus tareas tienen mejores notas

El economista estadounidense Nick Rupp dividió a su clase en dos grupos: los que hicieron tareas, y los que no. Los resultados fueron…obvios.

Los alumnos que se llevaron tareas para la casa tuvieron puntajes más altos y más altas tasas de retención de la materia. Rupp confirmó que “la tarea juega un papel importante en el aprendizaje de los estudiantes”. Profesores, pueden estar contentos ahora.

3. Los hombres miran los pechos femeninos

En un estudio de 2013 titulado “Mis ojos están aquí arriba”, la investigadora Sarah Gervais y su equipo utilizó tecnología de seguimiento ocular para saber qué miraban los hombres.

La investigación confirmó algo que todos saben, los ojos de los varones suelen irse a los escotes. De acuerdo al sondeo los hombres pasaron más tiempo mirando el cuerpo de una mujer que su cara. Sus ojos vagaron entre las caderas, la cintura y los pechos.

Sin embargo, cuando se hizo el estudio con mujeres los resultados no fueron muy distintos, las mujeres eran buenas observando lo que tenían “sus rivales”.

4. Los tacos altos causan dolor en los pies

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación del Envejecimiento determinó que el 64% de las mujeres que se quejaban de dolor en los pies llevaban años usando tacones altos.

“Hemos encontrado un mayor riesgo de dolor de pie entre las mujeres que usaban zapatos tacones altos, plataformas o sandalias”, señaló la autora principal del sondeo, Alyssa B. Dufour.

5. Los hombres caminan más lento cuando van con sus novias

Un grupo de científicos de la Universidad Seattle Pacific confirmaron que cuando las parejas caminan juntas, el hombre ralentiza su andar.

Los hombres reducen la velocidad un 7%, mientras que su pareja no acelera ni reduce la velocidad en absoluto. Sin embargo, cuando los varones caminaban con amigos (hombres o mujeres) su ritmo se mantenía.

6. El cereal sabe mejor con leche

Esto se desprende un un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile (sí, en nuestro país) quienes agregaron agua a una taza de cereales.

Ellos encontraron que las “interacciones intermoleculares en la matriz del cereal podrían ser debilitados por el plastificante, dando lugar a la solubilización de algunos componentes, y una disminución de la integridad mecánica”… aunque eso suena sumamente complejo, lo que quiere decir es que el agua empapa el cereal, mientras la leche no, porque la grasa que contiene protege a los cereales de absorber demasiado líquido, manteniéndolo crujiente.

7. Comer en exceso y hacer poco ejercicio te puede hacer engordar

Las investigaciones presentadas en el Congreso Europeo de la Obesidad en 2009 señalaron que el aumento de peso en la población estadounidense se explicaba por el consumo de más calorías y la menor actividad física.

8. Leer es bueno para el cerebro

Un grupo de expertos de la Universidad de Stanford comprobaron -usando tecnología de resonancia magnética- el efecto de la lectura en el cerebro.

En la ocasión pidieron a un grupo de voluntarios leer la novela Mansfield Park de Jane Austen. Primero por placer, y luego analíticamente como si estuvieran estudiando.

Se determinó que en ambos casos, el flujo de sangre al cerebro se incrementó. “El estudio literario ofrece un ejercicio verdaderamente valioso para los cerebros de la gente”, dijo la líder del proyecto Natalie Phillips.

9. Los universitarios son más fiesteros y bebedores si su universidad tiene fama de parrandera

Un estudio de 14 años de la Escuela de Salud Pública de Harvard confirmaron que los estudiantes bebían más si su universidad tenía fama de parrandera.

La principal conclusión de la investigación fue que el consumo excesivo de alcohol entre los estudiantes universitarios está vinculado a las condiciones en el ambiente universitario.

10. Mucha gente pierde el tiempo en internet

Un estudio de la agencia Pew Research, determinó que el 53% de las personas entre 18 y 29 años se metían a internet sólo para perder el tiempo.

Y en los mayores de 29 la situación era peor, casi dos tercios de ellos navegaban en línea sin razón alguna.