El gobierno de Malí decretó este viernes el estado de emergencia durante diez días y anunció tres jornadas de luto nacional por el ataque yihadista que dejó cerca 30 muertos en un hotel de Bamako.

Un grupo yihadista afiliado a Al Qaida irrumpió el viernes en un hotel de la capital y secuestró a más de 100 personas, antes de que una intervención conjunta de fuerzas malienses y extranjeras acabara con el secuestro, con un balance de al menos 27 muertos.

Entre las víctimas figura un estadounidense, un alto funcionario belga de la federación Valonia-Bruselas y tres ciudadanos chinos, indicaron los países respectivos.

Los hombres armados permanecieron atrincherados durante nueve horas, mientras fuerzas especiales reconquistaban piso por piso el establecimiento. Tres atacantes murieron, según una fuente militar maliense.

El grupo Al Murabitun, fundado en 2013 por el argelino Mojtar Belmojtar, afiliado a la red Al Qaida, reclamó la autoría del secuestro, según la cadena televisiva Al Jazeera. “Nosotros los Murabitun, con la participación de nuestros hermanos (…) de Al Qaida en el Magreb Islámico, reivindicamos la operación de toma de rehenes en el hotel Radisson”, afirma la voz de un hombre en un extracto difundido por la cadena.

El ataque empezó a primera hora de la mañana cuando “dos o tres” asaltantes, según el ministerio de Seguridad Interior, penetraron en el hotel, en el que había unos 140 huéspedes y 30 empleados. Los asaltantes ingresaron en el recinto del hotel al mismo tiempo que un coche con matrícula diplomática, contra el que abrieron fuego.

Luego subieron a los pisos superiores. “Están en el séptimo piso, son yihadistas que están disparando en el pasillo” declaró una fuente de seguridad a la AFP.

Fuerzas especiales francesas llegadas de la vecina Burkina Faso y estadounidenses colaboraron en las operaciones, mientras el caos reinaba en las afueras del hotel.

Poco después el ministro maliense de Seguridad Interior, el coronel Salif Traoré, informó que ya no quedaban rehenes.

Las fuerzas policiales descubrieron inicialmente 18 cuerpos en el interior. El saldo final, según una fuente militar, es de 27 muertos. 

14 nacionalidades

En el establecimiento había ciudadanos de al menos 14 nacionalidades, según fuentes de seguridad y de la empresa gerente del hotel. Un periodista de la AFP frente al hotel vio a agentes de la protección civil sacar cuerpos en fundas mortuarias.

Inmediatamente después del fin del ataque, el presidente maliense Ibrahim Boubacar Keita, que acortó su viaje a Chad donde se encontraba en una cumbre de cinco países del Sahel, se felicitó en Twitter “del profesionalismo de las fuerzas de defensa y de seguridad de Malí”. 

El ataque en la capital maliense se produjo una semana después de los atentados en París, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), con un saldo de 130 muertos y más de 300 heridos. 

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el “horrible ataque terrorista” mientras que el presidente francés François Hollande pidió a sus compatriotas que se hallan en “países sensibles” que “tomen sus precauciones”.

Unos 40 gendarmes de élite franceses fueron enviados a Malí, y del lado estadounidense participaron fuerzas especiales, que protegieron en un lugar seguro a los rehenes a medida que eran liberados, informó el Pentágono.

Francia lideró en 2013 una operación militar internacional, que aún dura, para rechazar una ofensiva yihadista y expulsar a los grupos armados que ocupaban el norte de Malí. Pero quedan zonas fuera del control de las fuerzas malienses y extranjeras. 

Por un tiempo los ataques yihadistas se concentraron en el norte pero desde principios de 2015 se fueron extendiendo al centro, y desde junio al sur del país.

Debido a la dimensión del hotel y del número elevado de personas presentes, buena parte de éstas se encerraron en sus habitaciones y no se vieron amenazadas directamente por los secuestradores, según el ministerio de Seguridad.

Seis miembros del personal de la compañía aérea turca Turkish Airlines se hallaban en el hotel, indicó una fuente gubernamental turca a la AFP. Había también al menos siete ciudadanos chinos, según la agencia oficial Xinhua.

En agosto, un ataque contra un hotel en Sévaré (centro de Malí), causó 13 muertos. El pasado 7 de marzo un atentado contra un bar-restaurante en Bamako costó la vida a 5 personas, entre ellas un francés y un belga.