El Gobierno descartó una ruptura en la Nueva Mayoría, en medio de la posibilidad de que la Democracia Cristiana lleve un presidenciable directo, lo que ha generado molestia en los partidos del bloque, que piden transparentar las intenciones de la tienda falangista.

En medio de la tensión que ha generado la posibilidad de llevar un candidato propio de la Democracia Cristiana, en las próximas elecciones presidenciales, a pesar del acuerdo al que habrían llegado los presidentes y secretarios generales de los partidos a inicios de esta semana, el Gobierno puso paños fríos.

El vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, bajó el ritmo de la discusión y descartó un quiebre en el conglomerado, asegurando que este tipo de discusiones son habituales, y no hay que dramatizarlas.

El ministro dijo que hay esperanza en que se logren los acuerdos electorales necesarios para dar continuidad al programa que impulsa el Gobierno, y para llevar adelante lo que resta de esta administración.

El diputado de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, llamó a los partidos a respetar la autonomía de la colectividad, la que, recalcó, tiene instancias para decidir estas cuestiones, que no recaen en la decisión del presidente del Partido, sino que en la Junta Nacional.

Chahín consideró irresponsable esperar que la DC se cuadre con un candidato presidencial único, cuando esta instancia aún no sesiona.

Lee también: Walker llama a junta nacional DC para definir opción de llevar candidato a presidenciales

La actitud de la DC rompe la unidad, según el presidente del MAS y senador Alejandro Navarro, quien consideró que un candidato propio adelanta los procesos y puede provocar un exceso de alternativas de la centro izquierda.

Mientras que el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, llamó a la DC a transparentar el asunto, porque es perjudicial llevar más de un candidato, lo que, insistió, podría cerrar las puertas al oficialismo a una segunda vuelta.