Si dentro de estos días el Gobierno no entrega los recursos para la construcción del Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) el hospital de La Serena dejará de atender a sus pacientes.

Esto debido a que 63 médicos del recinto harán efectivas sus renuncias por incumplimiento de la promesa presidencial de construir un recinto que permita acoger todas las especialidades que hoy se encuentran hacinadas en el recinto hospitalario.

Esta drástica decisión vendría acompañada de la paralización indefinida de los demás profesionales que trabajan en el lugar. La medida fue anunciada por los representantes de cada uno de los gremios del área.

“La comunidad sabe lo que cuesta que se incorporen nuevos profesionales a nuestro hospital, por lo mismo no es menor que 60 facultativos se marginen de la gestión clínica de nuestro hospital. Por ello buscamos un responsable de esta situación y apuntamos directamente al nivel central”, señaló Luis Guerra, presidente del Consejo Consultivo del hospital.

Guerra reconoce que esta medida generará un caos al interior del centro de salud, ya que sólo funcionarán las áreas de urgencias, como UTI, UCI, neonatal y la unidad coronaria.

Sergio Soler, presidente del capítulo médico del Hospital de La Serena, sostiene que las renuncias se harán efectivas a contar del lunes, pese a que el miércoles volverá a sesionar la comisión mixta que analiza la partida presupuestaria de salud.

“No vamos a esperar esa reunión, el plazo es hasta el próximo lunes, porque hemos esperado diez años. La decisión de renunciar sólo se podría revertir si están los recursos para la construcción del CDT. No hay negociación intermedia”, señaló.

Rodrigo Barrera, miembro del capítulo médico del hospital, recuerda que la determinación de no concretar el CDT es una decisión política y no técnica. “Hay que entender que si no se concreta la licitación ahora habrá que hacer todo el proyecto de nuevo, porque los montos y los estándares cambian. De hecho este proyecto se ha realizado tres veces. Vamos a dejar sin efecto las renuncias sólo si se nos da la fecha de la licitación y se incluye en la glosa presupuestaria el CDT”, señaló.

Por su parte Karina Espinoza, presidenta de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) de La Serena, sostiene que los médicos de la comuna no darán solos ésta “lucha” por lo ellos paralizarán de manera indefinida sus funciones.

“En acompañamiento a la renuncia de todos los médicos los funcionarios que pertenecemos a Fenats, Fenpruss y Asenf paralizaremos de manera indefinida. La comunidad debe entender que este hospital está a punto de cerrar”, señaló.

Barrera aclara que los médicos no están renunciando por intereses personales, sino porque desean trabajar en un lugar digno donde se pueda entregar la misma atención a las personas.

“Hacemos un llamado a la comunidad a que nos entienda. Acá hay médicos que tenemos diez, veinte y hasta cuarenta años de servicio público. Para quienes nos formamos acá y tenemos pacientes que no tienen más recursos que el servicio público es muy penoso. Entiendan que esto no es sólo un acto de presión sino que de convencimiento, porque en este hospital ya no se puede trabajar y nos hemos aguantado es porque siempre tuvimos la esperanza de que se construyera algo que nos permitiese atender mejor”, explicó.

Los médicos señalan que no seguirán atendiendo en situaciones “indignas” colocando biombos para poder atender a los pacientes en los pasillos. “Estas no son renuncias con elásticos porque no se puede seguir trabajando en estas condiciones”, sostuvo Barrera.

Luis Guerra, presidente del consejo consultivo del hospital, reconoció que en estos minutos la concreción del centro de salud está en manos de los parlamentarios. Por ello les solicita realizar todas las acciones necesarias para poder conseguir los recursos que se necesitan para concretar la obra.

Medida de mitigación

Iván Marín, director (S) del servicio Salud de Coquimbo señaló que se están intensificando las reuniones con distintas autoridades nacionales para poder conseguir los recursos para la licitación del CDT.

“Creemos que aún puede existir tiempo para buscar una solución, porque el director Ernesto Jorquera se encuentra en Santiago junto al intendente, Claudio Ibáñez, para buscar una solución. Además se tiene programada una reunión con los médicos. Esperamos que el diálogo pueda dar algunos frutos y así evitar la interrupción de atenciones, porque claramente la población se ve afectada”.

Marín señala que siempre ha estado el ánimo la voluntad para buscar soluciones. “Estas gestiones han sido encabezadas por el intendente”.

La paralización del hospital de La Serena tiene preocupado a Francisco Calderón, quien depende de las atenciones que le brinda el centro de salud para controlar su enfermedad: déficit de coagulación sanguínea.

“Somos cerca de 60 personas de la región los que nos vamos a ver afectados con esta decisión, porque los especialistas ya no nos van a atender. Nuestra situación es grave, porque el déficit de coagulación puede conllevar a hemorragias fulminantes, atrofias musculares, etc.”, detalló.