Se dice que los animales son muchas veces los mejores amigos del hombre, hecho que queda de manifiesto en las mascotas que de forma periódica cuidas, regaloneas y ves como crecen.
Situación que conoce muy de cerca Darius Sasnauskas, un aventurero lituano que fue testigo del nacimiento de dos ciervos en su patio trasero, a solo metros del parque nacional de Yellowstone en E.E.U.U.
Debido a una desgracia, uno de los recién nacidos fue herido y pronto su familia lo dejó porque el pequeño animal no estaba en condiciones de seguir a su clan.
Como en esa zona existe una enorme cantidad de depredadores, no existía la posibilidad que el animal pudiese sobrevivir solo, es lo que cuenta Darius Sasnauskas en su video que circula por la web.
Tal fue el cariño que le tomó al pequeño ciervo, que el hombre no dudó en llevarlo a su casa, lugar en que lo curó y le reforzó la pata con una caja de harina de avena. Todo ello, pese a que el aventurero dice en la misma cinta que no es partidario de criar animales salvajes como mascotas, pero esta era una situación excepcional.
Tras los cuidados requeridos y después de muchos días el pequeño ciervo se curó completamente, por lo que estaba en condiciones de soltarlo y dejarlo en libertad.
Sin embargo, el lazo creado entre el hombre y el animal era tan fuerte que pese a dejarlo libre, el pequeña siempre volvía. Hecho que se debía al cariño presente, el cual se veía reflejado a diario en la atención por parte de Darius y de su perro; cachorro que como símbolo de cuidado le lamía repetidamente su cara.
Sin embargo, después de tantos intentos por dejarlo solo en el campo, una tarde apareció nuevamente su madre y el pequeño ciervo se reunió con su familia.