La polémica por la designación de Juan Barros como obispo de Osorno, a pesar de estar presuntamente vinculado como encubridor de los crímenes de Fernando Karadima, sigue sumando nuevos actores.

Esta vez, el sacerdote jesuita, Felipe Berríos, aseguró que Barros debe dejar el cargo debido a la división que está generando en la Iglesia Católica.

Barros por su parte, ha alegado que las acusaciones lo convierten en una víctima más y descartó haber tenido participación como encubridor de Karadima.

En tanto, Berríos dijo que “quiero felicitar a la comunidad de Osorno que ha peleado por sus derechos y está en la línea del Concilio Vaticano Segundo y del Papa Francisco”.

“Encuentro inentendible cómo no hace caso el obispo Barros a la crisis que ha creado dentro del Iglesia Católica, la división. Cómo no escucha al obispo emérito, quien le pide como hermano que por favor renuncie en el bien de la iglesia”, agregó el jesuita.

Además criticó “la pega” del nuncio del Papa Francisco, ya que a su juicio, las declaraciones del santo padre, donde trata de “tonta” y “zurda” a la gente de Osorno, se dieron sin tener el conocimiento total de la situación.