Un aplaudido debut tuvo “Carmen”, la obra cumbre del flamenco en su nueva versión del clásico de Carlos Saura y Antonio Gades, en el Teatro Municipal de Las Condes, a cargo de la Compañía “Antonio Gades” de España, que encabeza su directora artística Stella Arauzo.
“Carmen” permanecerá en el escenario santiaguino hasta este domingo 25, para luego trasladarse a cumplir actuaciones el miércoles 28 en el Teatro Regional del Maule en Talca; el viernes 30 en el Teatro Regional de Rancagua y el sábado 31 en el Aula Magna de la Universidad Federico Santa María de Valparaíso.
Esta obra fruto del trabajo entre el cineasta Carlos Saura y el reconocido “bailaor” y coreógrafo desaparecido Antonio Gades, cuya fuerza escénica e intensidad emocional la convierten en una referencia de la danza española.
Con más de veinte artistas en escena,la producción muestra cómo el poder y la fuerza del flamenco tradicional pueden encarnar a la perfección las intensas emociones que laten en la obra literaria del francés Próspero Merimée.
“Carmen”, es un personaje de múltiples facetas, femenino, apasionado, luchador y libertario, inconstante en el amor y que flirtea sin reparos con los hombres, inspirando el deseo, la rivalidad y los celos tanto entre ellos como entre las mujeres. Su indómito carácter será su perdición cuando al elegir al Torero y rechazar el amor de Don José la desesperación de éste conduzca a un trágico final.
La obra llega a través del trabajo de la Fundación Antonio Gades, presidida por su hija, María Esteve, y creada por el mismo Gades meses antes de fallecer para garantizar la conservación y difusión de su inmenso legado.
Stella Arauzo, quien sustituyese a Cristina Hoyos en el rol de Carmen, se sitúa ahora al frente de la dirección artística de la Compañía Antonio Gades.
La trama de “Carmen”es conocida: esta mujer, apasionada y sensual, enamora al militar Don José –que por ella es degradado de su puesto–, pero luego lo abandona por el torero Escamillo. Con la muerte de Carmen a manos del atormentado Don José culmina la historia. En la versión de Saura-Gades el argumento se desenvuelve de un modo parecido pero con dos argumentos paralelos: en el principio hay una escena colectiva de demostración o presentación de los actores participantes, con una escena en que una compañía de danza ensaya una obra con la música de la ópera de Bizet y, a partir de allí, la supuesta “realidad” del ensayo, en que los participantes se van entretejiendo con la “ficción” de la historia.
El director de la compañía encarna a Don José y una de las bailarinas, a Carmen. Y aquí viene el sostén principal de la obra, lo que realmente muestran las escenas: una bella danza y una música que recorre climas muy variados. Es notable la fluidez con que están articuladas las sucesivas exposiciones sobre el escenario, las que pueden pasar de una atmósfera íntima e intensa a otra festiva y plena de bulerías y un entretenido desorden, muy típicos del flamenco.
La coreografía es adecuada y en el buen trabajo de la compañía sobresalen los magníficos solistas, en especial María José López como Carmen y Miguel Lara como Don José y excelente la “regie” de la directora Stella Arauzo, gran intérprete de esta misma “Carmen”, hasta hace pocos años.