El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, pidió el jueves el “fin” de las violencias israelo-palestinas y de las “incitaciones” a los enfrentamientos en una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, poco después de un nuevo ataque con cuchillo.

“Es absolutamente crucial poner fin a todas las incitaciones, a toda la violencia y hallar una vía que permita construir un proceso” de paz dijo solemnemente Kerry, junto a Netanyahu, ante un grupo de periodistas en un hotel de Berlín, donde ambos se reunieron.

Luego, al cabo de cuatro horas de entrevista con el primer ministro israelí, Kerry expresó “un prudente optimismo”. La conversación “me deja (…) un prudente optimismo para que en los próximos días” pueda “calmarse la situación” y se den “avances”, declaró el secretario de Estado.

Por su lado, Netanyahu reiteró en Berlín que la Autoridad palestina y los islamistas de Hamas son responsables de los ataques contra los israelíes al propagar “mentiras” y atribuir el gobierno hebreo la intención de modificar las condiciones de acceso de musulmanes y judíos a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, lugar santo para ambas religiones y uno de los centros neurálgicos de la crisis israelo-palestina.

Un ballet diplomático

La reunión Kerry-Netanyahu inauguró una serie de encuentros diplomáticos este jueves en Berlín sobre el conflicto israelo-palestino, con reuniones bilaterales previstas entre el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, con Kerry, de un lado, y Netanyahu, del otro.

El secretario de Estado norteamericano también prevé una reunión con la Alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini. Ésta también se entrevistará con el primer ministro israelí.

Por su lado, el miércoles por la noche la canciller alemana Angela Merkel había reiterado la tradicional posición alemana al subrayar el derecho del Estado hebreo a proteger a la población contra el terrorismo, aunque advirtió que “los jóvenes palestinos necesitan una perspectiva” de futuro para incitarlos a “renunciar a la violencia”.

Al mismo tiempo, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, terminaba en Amán la gira que inició en la región para intentar contener una crisis que amenaza, según él, con adquirir un cariz “catastrófico” y transformarse en guerra de imprevisibles consecuencias.

Ban fue recibido este jueves por el rey de Jordania Abdalá II, interlocutor primordial en el conflicto.

El miércoles, en una sesión de emergencia a puertas cerradas con los 15 embajadores del Consejo de Seguridad desde Amán, Ban Ki-moon dijo que no era “optimista” y alertó que una “escalada peligrosa” podría desembocar en una nueva intifada.

El consejo de Seguridad de Naciones Unidas debate este jueves la situación de violencia entre israelíes y palestinos.