El regreso de MasterChef Chile trajo consigo a una serie de participantes con historias que impactaron y emocionaron a la audiencia.
Entre esas historias está la de Mailyn González (28), la reclusa que cumple una condena de 10 años y que actualmente se encuentra en la mitad de ese proceso, pero con beneficios intrapenitenciarios que le permiten salir de día para trabajar.
En la emisión sólo se supo su condición, pero algo quedó por conocer: la causa de tal pena.
Fue en entrevista al diario Las Últimas Noticias donde González detalló lo que pasó. “Un día martes le dije a mi mamá que me diera permiso para salir. No salía hace harto tiempo. Ella no quería, pero le dije que iba a llegar a las 11 de la noche”, afirmó, aunque la fiesta se extendió mucho más allá de lo que prometió.
“A las 6 de la mañana le dije a las personas con las que estaba (dos hombres y una mujer), que me iba”, pero antes de eso, decidió ir a comprar dos cervezas a una residencial, determinación que le marcó su destino.
“Cuando salí a la calle vi a la mujer apuñalando a un caballero, y a otro hombre tratando de quitarle la mochila. Traté de separarlos, pero el caballero empezó a gritar y salí corriendo”, relató.
Según afirmó, tras ello se asustó y fue a su casa, pero allí ya la esperaban Carabineros junto a las tres personas con las que había salido.
“Les dije que yo no había hecho nada. En la formalización me echaron la culpa a mí. Para la sentencia pensé que me iban a dar tres años, cuando me dijeron que eran 10, me quería morir”, aseguró.
A pesar de lo anterior, la joven ha logrado salir adelante con buena conducta y ser madre de un niño que hoy se cría con sus familiares en Vallenar.