Con el billete a semifinales del Mundial de 2015, el rugby argentino parece haber alcanzado la mayoría de edad. Tras foguearse cuatro años en el Rugby Championship y con la llegada de la franquicia en el Súper Rugby, los Pumas presentan un gran presente y un mejor futuro.

Tras la aprobación de la entrada de los Pumas en el Rugby Championship, la IRB quiso potenciar la competición doméstica en Argentina invirtiendo 10 millones de dólares en 2008, pero la UAR, la federación del país sudamericano, con competitivos torneos de nivel amateur, convenció a la federación internacional de poner ese capital en el PLAR (Plan de Alto Rendimiento).

El proyecto comenzó en febrero de 2009 y se creó el primer equipo profesional de la historia del rugby argentino, los Pampas XV.

La Sanzar, el consorcio de federaciones del Hemisferio Sur, invitó a ese equipo a participar en la segunda competición de Sudáfrica, la Vodacom Cup. Y Argentina la ganó en 2011 con un equipo en el que figuraban muchos jugadores de los Pumas en este Mundial.

En aquel equipo estaban Leonardo Senatore (31 años), Agustín Creevy (30), Mariano Galarza (28), Martín Landajo (27), Nicolás Sánchez (26), Juan Imhoff (27), Joaquín Tuculet (26), Santiago González Iglesias (27), Tomás Cubelli (26) y Nahuel Tetaz (25), todos ellos en el plantel de Inglaterra-2015.

El técnico nombrado por la UAR para dirigirlo fue Daniel Hourcade, actual seleccionador, que elaboró una lista de jugadores a los que firmaron contratos anuales. Santiago Phelan contó en el Mundial de Nueva Zelanda-2011 con once jugadores que formaron parte de los Pampas. Hourcade defiende un sistema de ataque, de posesión de la pelota, que se está viendo en este Mundial.

A esos Pampas de 2011 les han seguido otros en una convocatoria en el Mundial en la que hay doce jugadores nacidos en la década de los noventa.

De los cuatro semifinalistas, Argentina es el segundo equipo con más puntos (222) y más tries apoyados (26), solo superado por Nueva Zelanda, con 236 y 34.

- Un proceso que madura -

“Esta idea no es de cuando yo llego, es de antes. Hay un proceso, no es que vas a lograr las cosas de un día para el otro. Phelan pensaba igual, pero no lo plasmábamos porque nos fallaba la acción individual, pero la idea de juego era la misma”, afirma Hourcade.

“Los Pampas estaban más tiempo juntos, podían entrenar mucho más y los niveles de los rivales eran otros. Fueron un par de años donde empezamos a crecer. En 2011 hubo una diferencia grande y se empezaron a generar algunas cosas. En 2013 más, en 2014 más y esperamos seguir creciendo”, añade Hourcade.

La semifinal del Mundial de 2015 le ha llegado a Hourcade como un regalo llovido del cielo, pero el objetivo era y es Japón-2019.

“El año que viene empezamos a jugar super rugby, con 30 partidos de gran nivel por año. Nuestro pack en el Mundial, si lo analizás, tenés un promedio de 21 o 22 años. Explicame vos si no vas a tener un equipo poderoso en dos años. Cuando Julián Montoya, Lucas Noguera, Pablo Matera, Tomás Lavanini tengan 30 partidos por año, que ya ganaron a equipos fuertes, vas a tener tipos poderosos”, explica.

“En 2019 vamos a llegar como nunca. Por supuesto que apuntamos a llegar a lo máximo posible en éste Mundial, pero el objetivo está cumplido y a partir de ahora vamos por lo demás. En el proyecto que propusimos la meta es 2019, ya que no podés tener solo 20 jugadores para aspirar a algo”, indica.

Además del PLAR y del Rugby Championship, un elemento importante en el crecimiento de los Pumas fue Graham Henry, el técnico neozelandés que hizo campeones del mundo a los All Blacks en 2011, y que fue asesor de la UAR en 2012 y 2013.

“Lo primero que dijo fue: los jugadores argentinos todo el tiempo llevan la pelota en la mano y lo segundo es que todo el tiempo el equipo estaba preocupado por armar un plan de juego, por armar una coreografía y no corríamos para adelante”, explicó Germán Fernández, ayudante de Hourcade.

“Nos enseñó que lo que había que entrenar es hacer tries”, añadió Fernández.

El rugby argentino, con 141 años de historia, 500 clubes y 120.000 licencias, se ha hecho mayor. El objetivo: pelear el título a los All Blacks y Australia en 2019. Y si puede ser también en 2015.