Hungría cerró la noche del viernes al sábado, tal como anunció, sus principales puntos de paso de migrantes de su frontera con Croacia, bloqueada ahora en amplias secciones por una imponente valla de alambre de púas.

Tres puntos de paso están concernidos a lo largo de toda la frontera entre los dos países.

En el puesto de Zakani, un paso oficioso en pleno campo, las últimas aperturas de la valla de alambradas fueron obstruidas herméticamente poco antes de la 01:00 del sábado (20:00 hora chilena del viernes) al paso de un último grupo de migrantes, según los periodistas de la AFP.

Los dos puestos fronterizos oficiales de Beremend y Letenji siguen abiertos para quienes lleven papeles en regla pero cerrarán el paso a los migrantes desprovistos de visados.

“La ‘frontera verde’ fue cerrada, se puede seguir cruzando legalmente la frontera y pedir asilo”, declaró Zoltan Kovacs, contactado por la AFP.

Budapest había anunciado por la tarde su intención de cerrar por la noche su cerca antiemigrantes recién acabada, como hizo el país un mes atrás con su frontera con Serbia.

Unos 1.500 hombres, mujeres, niños, y una persona de edad transportada en silla de ruedas por sus allegados, cruzaron en silencio en Zakany, con los pies en el barro, el paso a Hungría, país que cruzarán de camino a Europa occidental.

Todos habían llegado menos de una hora antes del cierre de la frontera a una estación vecina, etapa de su largo periplo desde Turquía pasando por los Balcanes, y la mayoría decían que ignoraban que formaban parte del último grupo que pasaba por ese acceso.

Detrás de ellos, las fuerzas del orden desplegaron los últimos metros de alambradas hasta completar esta sección de la valla.

En la práctica, el cierre de la frontera croata-húngara concierne principalmente a dos secciones de 38 y 78 km. La mayor parte del trazado fronterizo, de unos 350 km, lo materializa el Drave, un río que se considera infranqueable en muchos tramos.

Croacia es el país por el que transita el flujo de refugiados desde el cierre de la frontera serbo-húngara por las autoridades de Budapest el pasado 15 de septiembre.

Zagreb reaccionó al anuncio del cierre de la frontera con Hungría anunciando que iba a redirigir hacia Eslovenia a los migrantes que lleguen a su territorio, en coordinación con las autoridades de este pequeño país de la UE.

A dos o tres puntos de paso especialmente dedicados entre Croacia y Eslovenia deberían llegar los primeros migrantes el sábado, en transportes especiales porque los trenes regulares entre ambos países fueron suspendidos para canalizar el flujo de migrantes y refugiados.