La policía británica dijo el jueves que su posición no ha cambiado y que Julian Assange será detenido si sale de la embajada ecuatoriana, después de que Quito pidiera que lo dejaran ir al hospital.

“De ningún modo las autoridades británicas impedirán que Assange reciba asesoramiento o cuidado médico. Dejamos eso claro al gobierno de Ecuador”, dijo, sin más precisiones, una portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores británico.

Sin embargo, cuando AFP preguntó a la policía si detendría al periodista australiano si salía de la legación ecuatoriana, ésta remitió a un comunicado del 12 de octubre.

Este comunicado, que anunciaba la retirada de la vigilancia permanente de la embajada, afirmaba que la policía “sigue comprometida en ejecutar la orden de arresto” contra Assange.

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo el miércoles que no había logrado obtener un salvoconducto para que el fundador de WikiLeaks pueda ir al hospital para hacerse una resonancia magnética por unos fuertes y persistentes dolores en el hombro derecho.

La maquinaria necesaria para el examen es voluminosa y no puede ser trasladada a la legación, argumenta Ecuador.

“La respuesta que hemos recibido del Reino Unido es que puede salir de la embajada en cualquier momento por cualquier asistencia médica que pueda necesitar, pero la orden europea de detención se mantiene sobre el señor Assange. O sea puede salir pero lo vamos a tomar preso”, explicó Patiño.

Assange, quien recibió asilo de Ecuador y es reclamado como sospechoso de delitos sexuales en Suecia, está refugiado desde junio de 2012 en la legación ecuatoriana en Londres.

Assange se libró ya a mediados de agosto de las acusaciones de agresión sexual de una demandante sueca que pesaban en su contra por prescripción del plazo legal, al no haberse presentado acusaciones formales en su contra. No obstante, todavía enfrenta una denuncia por violación, que no prescribirá hasta agosto de 2020.

El australiano, quien defiende su inocencia, afirmando que las relaciones sexuales fueron consentidas, teme que una vez en Suecia sea extraditado a Estados Unidos por la publicación de cientos de miles de documentos confidenciales del gobierno estadounidense a través de WikiLeaks.