En cosas de nombres muchas veces tenemos una pésima memoria, si incluso aquellas que están siempre atentos tienen problemas para recordar “como se llama” aquella persona que acabas de conocer. Situación que junto con tornarse incomoda, genera bastante vergüenza.

Para suerte de algunos la ciencia encontró una solución que todos podemos utilizar para no pasar un bochornoso momento al olvidarse de ciertos datos de aquella persona que conociste.

Según un estudio que apareció en la publicación académica Consciousness and Cognition, la clave para recordar nueva información es la constante repetición. Pero no es que repitas de forma permanente en tu cabeza el nuevo concepto, sino que lo mejor y más efectivo es decirle el nombre a alguien.

“Sabíamos que repetir algo en voz alta era bueno para la memoria, pero éste es el primer estudio que demuestra que si se hace en un contexto comunicativo, el efecto es mejor para recordar información”, declaró Victor Boucher, profesor del Departamento de Lingüística y Traducción de la Universidad de Montreal y uno de los principales autores del estudio.

Mismo profesional que sostiene que recordar es el acto de recuperar o volver a acceder a un recuerdo que ya se había almacenado en el cerebro.

Para realizar este estudio, se pidió a 44 estudiantes francófonos que leyeran una serie de palabras expuesta en una pantalla mientras llevaban puestos unos auriculares que emitían ruido blanco, que impedía que escucharan sus propias voces u otros sonidos externos.

Las personas analizadas siguieron cuatro métodos al leerlas: repetir las palabras en su cabeza, repetirlas en voz baja mientras movían los labios, repetirlas en voz alta mientras miraban a la pantalla y, por último, repetírselas a otra persona en voz alta.

Aquellos mismos participantes tuvieron que leer después una lista de palabras y se les pidió que identificaran aquellos que recordaron haber mencionado en algún momento, y fue extraño, ya que la lista incluía algunas que nunca se les habían mostrado en las pantallas.

De esta forma quedó de manifiesto que los estudiantes recordaban las palabras que les habían dicho a otras personas significativamente mejor que las que habían leído con los tres otros métodos. Lo que quiere decir que, aunque ellos no pudieran oírse repitiendo los términos, la presencia de otra persona en dicho dialogo marcaba la diferencia.

En torno a esto, el especialista explicó que “el hecho de articular sin emitir ningún sonido crea un vínculo sensoriomotor [un mensaje emitido por uno de los cinco sentidos y procesado por nuestro cerebro] que llega a aumentar la capacidad para recordar, pero si está relacionado con la funcionalidad del habla, recordamos aún más”.

Asimismo, el profesional señala que existen otros métodos científicos para recordar los diferentes nombres de las personas, uno de los cuales consiste en preguntarle a esa persona que acabas de conocer alguna información de sí misma.

Tal hecho le da al individuo la oportunidad de hablar, entregándole así a tu cerebro la opción de reconocer quién está hablando. Esto ayudará a que el nombre que te indique se te quede registrado en la cabeza.

Y ten presente que no es que tu seas malo con los nombres, sino que el problema radica en que posiblemente no has dado con el truco perfecto para recordarlo.