En la primera Cuenta Pública del Congreso el 21 de julio en donde se solicitó el congelamiento de las dietas parlamentarias que el Senado pidió en marzo pasado, hoy el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, firmó este protocolo de acuerdo.
Cabe destacar que es la primera vez que se produce un acuerdo entre el Congreso y el Ejecutivo para evitar el reajuste de las remuneraciones por parte del Estado.
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La medida que regirá a partir del 1 de diciembre de este año y estará vigente -a lo menos- hasta noviembre del 2016, deberá incorporarse en el próximo proyecto de reajuste del sector público y afectará las remuneraciones de la Presidenta de la República, los ministros, subsecretarios e intendentes, así como lo sueldos de senadores y diputados.
Patricio Walker, presidente del Senado, señaló que “ésta es una señal mínima de austeridad, una señal de querer ayudar a reducir las desigualdades que existen; las diferencia entre los altos sueldos del Estado y aquellos que ganan menos”.
Añadió que aspiran a que la reducción real de las remuneraciones más altas ayude a “aumentar los sueldos en los administrativos, los auxiliares, y aquellos que están abajo de la escala única de remuneraciones”.
Además, el ministro de Hacienda, el presidente de la Cámara, Marco Antonio Núñez y el presidente del Senado, Patricio Walker, acordaron la conformación de una comisión que durante cuatro meses, la cual se centrará en el estudio de un sistema de remuneraciones para el futuro.
Dicha comisión estará integrada por representantes de cada una de las cámaras y del Ministerio de Hacienda, para que se establezca “una dieta más adecuada y probablemente menos cuestionada”, según precisó el presidente del Senado.
