La justicia suiza y norteamericana, que investigan separadamente los casos de corrupción relacionados con la FIFA, no descartan “emprender acciones legales contra nuevas personas y organizaciones” en una investigación que está “lejos aún de llegar al entretiempo”, aseguraron este lunes autoridades judiciales de ambos países.

En el marco de la investigación a la FIFA por corrupción, la justicia estadounidense prevé “emprender acciones legales contra nuevas personas y organizaciones”, indicó la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, este lunes en Zúrich, la capital del fútbol, donde la Federación Internacional tiene su sede.

Fue en esa ciudad suiza donde estalló el mayor escándalo de la historia del fútbol cuando el pasado 27 de mayo, en la víspera del congreso de la FIFA en el que fue reelegido para un quinto mandato como presidente el suizo Joseph Blatter, que la policía suiza detuvo, por petición de la justicia norteamericana, a siete altos responsables de la organización, acusados de corrupción.

“El curso de nuestra investigación no tiene límite (…) y creemos que podemos tomar acciones legales contra otras personas y otras organizaciones”, más allá de las 14 personas ya procesadas, nueve altos dirigentes del fútbol mundial y cinco hombres de negocios en el sector del marketing deportivo, precisó Lynch, durante una rueda de prensa conjunta con el fiscal general suizo, Michael Lauber.

- 150 millones de dólares en sobornos -

Según la investigación estadounidense, iniciada por Lynch cuando era fiscal en Nueva York, fueron unos 150 millones de dólares en sobornos y retrocomisiones los que circularon por las altas esferas del fútbol desde hace 25 años.

A la pregunta de si el presidente dimitido de la FIFA Joseph Blatter iba a ser interrogado por las autoridades estadounidenses, Lynch rechazó dar más detalles, explicando con cierto tono de humor que no podía comentar el “programa de viaje” del dirigente suizo, de 79 años, cuyo sucesor al frente del fútbol mundial se conocerá el próximo 26 de febrero, durante el congreso extraordinario de la organización.

Por lo que respecta a la investigación de la justicia suiza, independiente de la que realiza la estadounidense, sobre el proceso de atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, “se han embargado activos financieros, incluidos varios apartamentos en los Alpes suizos”, reveló Michael Lauber, precisando, según una comparativa con el mundo del deporte, que la investigación “está lejos aún del entretiempo”.

Sin ofrecer el más mínimo nombre, el fiscal general suizo dio detalles del trabajo de los investigadores, sobre todo, “registros” en varios domicilios, y el embargo de numerosos activos financieros, como los apartamentos en los Alpes, aunque “es demasiado pronto para precisar el monto exacto de los activos embargados”.

- 121 cuentas bancarias sospechosas -

“Estas inversiones inmobiliarias pueden tener fines de blanqueo de capitales”, insistió Lauber, subrayando que se han contabilizado 121 cuentas bancarias con movimientos sospechosos, denunciadas por los bancos suizos.

Lauber se negó no obstante a precisar el número de activos financieros embargados “por razones tácticas”.

El fiscal suizo recordó que las autoridades han requisado una ingente cantidad de datos informáticos (unos 11 terabytes en total) y que la operación judicial, que el propio Blatter calificó de “tsunami” está lejos de cerrarse.

“El problema de la corrupción en el fútbol es mundial”, aseguró por su parte Lynch. “Vigilaremos para que la respuesta sea también global”, añadió.

Ambos responsables se comprometieron a supervisar que todos los implicados en el mundo del fútbol “se comprometan a reformarlo y a respetar las reglas de juego”.

La investigación norteamericana partió de la colaboración con el FBI desde 2011 de Chuck Blazer, exsecretario general de la CONCACAF y conocido como “Mister 10%”, quien reconoció haber cobrado sobornos de Marruecos y Sudáfrica en el proceso de atribución de los Mundiales de 1998 y 2010.

El suizo Joseph Blatter, reelegido para un quinto mandato al frente de la FIFA el pasado 29 de mayo, pero que dimitió días después por la amplitud del escándalo, y que sigue siendo presidente a la espera de celebrarse nuevas elecciones en febrero, aún no fue interrogado ni por los investigadores suizos ni por los norteamericanos.