Carlos Gutiérrez Quiduleo fue condenado a 650 días de presidido efectivo por tres robos con intimidación a sucursales bancarias en Santiago y Vaparaíso entre los años 2006 y 2007, junto con el delito de tenencia ilegal de armas.

Tras aplicarse la media prescripción de la penas -por los años en que ocurrieron los hechos- y considerando la medida cautelar de prisión preventiva como “pena cumplida”, el juez ordenó la libertad de Gutiérrez Quiduleo, quien abandonó el Centro de Justicia.

El fiscal de la causa, Ricardo Peña, explicó que con esto se cierra un ciclo en el caso de los asaltos a sucursales bancarias que terminó con el crimen del cabo de carabineros Luis Moyano, explicando que se obtuvieron cinco condenas en las que se incluyen a los autores del homicidio.

El persecutor dijo que era importante señalar que Gutiérrez estaba imputado sólo por los delitos de robo con intimidación y que no tuvo relación con la muerte del funcionario policial.

Peña agregó que lo relevante es que en esta causa se dijo que había una investigación sesgada, que incluso había persecución política o podía compararse con el caso Bombas 1, sin embargo, quedó demostrado el trabajo objetivo del Ministerio Público, con circo personas condenadas en el denominado Caso Moyano.

Por su parte, el defensor penal público, Pablo Sanzana, explicó que en esta causa es importante la media prescripción y la ausencia de atenuantes para obtener esta condena que permitió en definitiva la libertad de Gutiérrez.

El plazo de prescripción de los cargos contra Gutiérrez es de 10 años, agregó Sanzana.