El gigante alimenticio suizo Nestlé se defendió este viernes de acusaciones según las cuales estaría apoyando el trabajo forzado en el ámbito pesquero en Tailandia, al utilizar marisco pescado en condiciones de esclavitud en su comida para gatos.

“El trabajo forzado no tiene lugar en nuestra cadena de aprovisionamiento”, indicó el viernes en un comunicado dirigido a la AFP el grupo suizo, tras conocerse una demanda colectiva interpuesta en Estados Unidos un día antes.

Compradores de productos para animales acusan a Nestlé de “apoyar con total conocimiento de causa” un sistema de esclavitud y de tráfico de seres humanos para producir alimentos para gatos de la marca Fancy Feast, escondiendo su complicidad con violaciones de derechos humanos”, indicó en un comunicado el gabinete de abogados estadounidense Hagens Berman.

Según la demanda, Nestlé trabaja con Thai Union Frozen Products PCL para importar 12.000 toneladas de comida para mascotas destinada a las grandes marcas vendidas en Estados Unidos. Parte de los ingredientes de esos productos procede del trabajo forzado.

Hombres y niños, a menudo objeto de tráfico de personas de las vecinas Birmania y Camboya, son vendidos a capitanes de barcos pesqueros que necesitan tripulación, de acuerdo con la demanda.

El grupo suizo arguyó que trabaja con un código ético que obliga a sus proveedores a respetar los derechos humanos y la legislación del trabajo.

El grupo se ha asociado a la ONG Verité, que recolecta informaciones sobre buques de pesca, fábricas y granjas en Tailandia, y visita los puertos del sudeste asiático para detectar violaciones de derechos humanos.

La ONG publicará sus conclusiones y un plan de acción en el cuarto trimestre.