Brett Gosper, el director ejecutivo del World Rugby, organizadora del Mundial, declaró este martes a la AFP que uno de los objetivos de la Copa del Mundo que empieza en Inglaterra dentro de un mes es “conquistar a los países que tradicionalmente no son muy aficionados”.

“Creo que todo está preparado para tener una gran Copa del Mundo. Sí, hay detalles a resolver; las pruebas en los estadios, como el sábado pasado en Twickenham en el Inglaterra-Francia, los transportes, la seguridad… Pero todas las luces están de color verde”, señaló cuando queda un mes exacto para el comienzo de la competición (18 septiembre-31 octubre).

“La Copa del Mundo es la vitrina de este deporte, la ocasión de ver el mejor rugby, con equipos de diferentes niveles, pero también el mejor rugby fuera del terreno de juego, con toda la mezcla de gente de todos los sitios”, añadió sobre la repercusión que desea del torneo.

“La Copa del Mundo de rugby se ha convertido en el tercer evento mundial por detrás de los Juegos Olímpicos y del Mundial de fútbol. Queremos disfrutar de la excitación ligada a este evento y de su exposición para conquistar a los países que no son tradicionalmente muy aficionados al rugby”, explicó.

Entre estas naciones Gosper enumeró a las asiáticas, Brasil, Alemania o Estados Unidos.

El director ejecutivo también se mostró optimista con el ritmo de venta de las entradas y las expectativas económicas del torneo.

“Hemos vendido 2,2 millones de entradas, al nivel de la Copa del Mundo 2007 en Francia, pero quedan todavía, porque pusimos a la venta 2,4 millones. Los estadios estarán llenos”, dijo.

“A nivel de ingresos será un récord. Por primera vez, la cifra de negocio superará los 1.000 millones de dólares (906 millones de euros). Y en términos de ingresos que se reinvertirán en el desarrollo del rugby en el mundo, alcanzarán los 213 millones de euros”, añadió.