Un carabinero al borde de la muerte, dos hombres detenidos y una sensación de inseguridad creciente que a ratos se escapa de las manos de autoridades e instituciones son parte del resultado del incidente registrado durante la tarde del jueves en el límite entre las comunas de La Reina y Peñalolén.

Se trata de un incidente que abre varias interrogantes, en especial porque el motorista que fue fiscalizado en la intersección de las calles Ictinos y José Arrieta, y que está acusado de propinar disparos en la pierna y cabeza del subteniente Oscar Muñoz Vega, había salido hace tres meses de la cárcel tras cumplir condenas de presidio de 7 años y 5 años, debido a delitos de homicidio y robo con fuerza en lugar destinado a la habitación, y además contaba con una orden de detención pendiente, que estaba siendo tramitada desde el mismo mes en que había vuelto a la libertad.

¿Por qué un delincuente con tales antecedentes y perseguido por la justicia seguía deambulando por las calles? Es una de las preguntas que se hacen, en especial cuando este hombre identificado como Ramón Patricio Olguín Díaz y sindicado como el autor de los disparos contra el subteniente Muñoz, mantenía una orden de aprehensión pendiente por robo con intimidación emanada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago el 19 de junio de este año.

Pese a lo anterior, la Fiscalía Oriente asegura que el 25 de abril pasado, mismo día del robo con intimidación, solicitó esta orden de detención contra Olguín Díaz, para formalizarlo y pedir su prisión preventiva. Sin embargo, la captura no se concretó, por motivos hasta hora desconocidos y no explicados de lleno por la institución.

“Carabineros permanentemente está en busca de los prófugos de la justicia y de aquellas personas que tienen orden de aprehensión pendiente (…) hemos tratado permanentemente de mejorar nuestros procedimientos (…) estamos con una lucha frontal contra la delincuencia”, fueron las declaraciones del Jefe de Zona Metropolitana General Inspector de Carabineros Christian Fuenzalida, mientras explicaba que los operativos masivos en que se detienen a cientos de personas con antecedentes o cometiendo delitos flagrantes, continúan realizándose de forma habitual.

Es un incidente que preocupa, pero que quizás es más habitual de lo que parece, con instituciones que constantemente han recalcado el problema de la falta de personal, como el caso del Minsiterio Público y los fiscales con sobrecarga de trabajo, o el de Carabineros que incluso, desde el interior de sus filas, intentó levantar una campaña para pedir mayor seguridad y evitar las muertes de sus compañeros.

Eso sí, las declaraciones de las altas autoridades no han apelado del todo a la calma, con palabras como las de ministro del Interior y Seguridad Pública, Jorge Burgos, quien calificó a Olguín como un delincuente común, pese a que este individuo presuntamente disparó a sangre fría contra un efectivo de Carabineros y que además de las condenas ya señaladas por homicidio y robo, contaba con otras condenas por infracción a la Ley de Control de Armas y por infracción a la Ley 20.000 de drogas.

Actualmente el oficial herido, que ya fue visitado por el ministro Burgos y por el subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, se encuentra en estado grave y en riesgo vital en el hospital Militar, lugar al cual trasladado inmediatamente tras el incidente que lo mantiene al borde de la muerte.

Mientras tanto Ramón Patricio Olguín Díaz, el presunto autor de los disparos, se mantiene en el Hospital Santiago Oriente Dr. Luis Tisné Brousse con una herida en su abdomen, y su detención se concretó luego que se diera la fuga en un vehículo particular que fue interceptado por personal policial de otra patrulla que transitaba por las inmediaciones del lugar del enfrentamiento.