Tres astronautas llegaron a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de una nave espacial Soyuz que partió del cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, con dos meses de retraso por una avería.
El Soyuz, tripulado por el cosmonauta Oleg Kononenko, el astronauta de la NASA Kjell Lindgren y el japonés Kimiya Yui, se amarró a la ISS a las 02h46 GMT, según imágenes de la televisión de la NASA, algo menos de seis horas después de su lanzamiento.
“Establecimos contacto”, declaró un presentador de la NASA mientras el vehículo espacial maniobraba a unos 402 km de la superficie terrestre.
Uno de los paneles solares de la nave no se desplegó a tiempo pero eso no afectó al vuelo del cohete porque los otros paneles estaban operacionales, indicó la agencia espacial estadounidense.
Este lanzamiento era muy esperado tras el fracaso en abril pasado del despegue del cargo Progress para avituallar la estación internacional, lo que obligó a los responsables rusos a postergar la partida de los tres astronautas hacia la ISS, que en principio estaba prevista a finales de mayo pasado.
El cargo perdió el control con la Tierra y ardió en la atmósfera por una avería de la lanzadera, según las autoridades rusas.
Este incidente obligó a los tres astronautas que estaban en la ISS a esperar un mes su estancia antes de poder regresar a la Tierra el pasado 11 de junio.
El nuevo trío de astronautas debería llegar a la ISS en menos de seis horas, según el programa, para completar una misión espacial de 163 días.
La tripulación ha elegido como mascota de este viaje al robot R2-D2, uno de los personajes emblemáticos de “La guerra de las galaxias”, que servirá de indicador de la salida del campo de gravedad terrestre cuando empiece a flotar en estado de ingravidez.
En la ISS, los astronautas deben llevar a cabo varios experimentos científicos, relacionadas sobre todo con el control de robots a distancia.
A bordo de la estación les esperan los rusos Guennadi Padalka y Mijail Kornienko y el astronauta de la Nasa Scott Kelly.
Oleg Kononenko ha prometido estudiar el “comportamiento de las pompas de jabón”, a petición de jóvenes aficionados a temas espaciales.
Rusia aporta a la ISS su módulo principal, donde se sitúan los motores-cohetes, y las naves Soyuz son las únicas que pueden transportar a las tripulaciones de la estación orbital, desde el cese de los transbordadores espaciales estadounidenses.
Dieciséis países participan en la ISS, puesto avanzado y laboratorio en órbita desde 1998 que ha costado en total 100.000 millones de dólares, financiados en su mayor parte por Rusia y Estados Unidos.