Una franja de la costa californiana con playas habitualmente concurridas se mantendrá cerrada al público hasta nuevo aviso a raíz de la aparición de una mancha de petróleo, informaron autoridades el viernes.

La zona costera al sur de Los Angeles fue cerrada el miércoles, apenas una semana después de otro derrame de crudo en el norte del estado, aunque no se ha establecido ningún vínculo entre los dos hechos.

El jueves las autoridades informaron que los trabajos de limpieza habían hecho “progresos significativos”, dando a entender que podrían reabrir este viernes, pero esa eventualidad fue descartada.

“Las playas estarán cerradas hasta que determinemos que son seguras”, dijo la portavoz de la Guardia Coestra Charlene Downey, en referencia a la zona que incluye las playas El Segundo, Manhattan, Hermosa y Redondo.

La mancha de crudo, de origen desconocido, se avecinó después de que cientos de miles de litros se vertieran en el océano frente a las costas de Santa Bárbara, unos 160 km al noroeste de Los Angeles, producto de la rotura de un oleoducto.

A raíz de ese derrame, fueron cerradas dos playas que permanecerán inaccesibles hasta el 4 de junio, dijeron las autoridades el jueves. Asimismo, regía una prohibición para pescar en un área de 300 km2.

Unas 10 focas y leones marinos cubiertos de petróleo fueron rescatados, mientras que otros animales fueron hallados muertos, como langostas y pelícanos.

Santa Bárbara vivió en 1969 uno de los peores derrames de petróleo ocurridos en Estados Unidos, cuando una plataforma petrolífera se incendió y millones de litros de crudo fueron vertidos al mar.