El periodista José Antonio Neme relató su dura historia de bullying en el matinal Mucho Gusto de MEGA.

Mientras los panelistas del programa hablaban del matonaje escolar planteando diversas teorías y apreciaciones personales al respecto, el reportero sorprendió a todos, al sincerarse revelando lo que vivió en carne propia

“Es que la mirada tiene que ser distinta… En vez de preparar a mi hijo para que enfrente el bullying, yo creo que la mirada tiene que ser: ‘Yo preparo a mi hijo para que no sea un bullyiador’. Para que no sea un agresor. Porque si hay una preparación del grupo familiar en cuanto a disminuir las conductas agresivas, el bullying desaparece” dijo Neme en declaraciones recogidas por el sitio de espectáculos Glamorama.

El rostro de MEGA señaló que muchos niños son víctimas de bullying y se quedan callados. “Es que muchos no cuentan. Ese es un tema” indicó, añadiendo que “más que el acoso y el asedio” que el aprendió a bancarse, lo más doloroso es que casi siempre se trata de un grupo “al cual uno quisiera pertenecer”

“Uno quería ser presidente de curso, uno quería ser elegido algo, uno quería que te quisieran, uno quería que te convocaran a los juegos. Es un grupo que, desde la mente infantil, debería quererte. Porque la pregunta que se hace uno como niño no solamente es ‘por qué me molestan a mí’. Y uno es tan autoflagelante que muchas veces dice: ‘Tienen razón, si soy gordo, o soy espinilludo, o soy feo, o soy amanerado, en fin”, comentó.

“Lo que uno no entiende, el dolor más grande, no es ‘por qué me molesten a mi tanto’, sino ‘por qué quieren a otros’. Yo miraba a los que salían presidentes de curso siempre. O sea, ‘pucha, siempre los eligen a ellos, qué tienen ellos que yo no tengo”, añadió.

Neme también señaló que su otro temor era que sus padres se enteraran. “Yo no quería que mi mamá entrara al colegio. Mi mamá me decía ‘te paso a buscar a las dos de la tarde’… (y yo le respondía) ‘Ya, entonces yo te espero dos cuadra fuera del colegio’. Mi mamá me decía, ‘¡pero por qué! ¡No! Yo llego, entro…’ (y replicaba) ‘¡No, no, no! ¡No, mamá! Yo te espero porque vamos a ir a comer algo con unos amigos”, explicó.

Según el periodista, inventaba pretextos “porque la escena de que mi mamá entrara al colegio y viera, presenciara un bullying, lo percibiera, a mi me angustiaba, porque me daba mucha vergüenza yo ser su hijo”.

“Lo revertí. Yo a mis compañeros del colegio no me interesa verlos nunca más, y lo digo abiertamente. He recibido varios correos, y probablemente algunos de ellos me están viendo ahora”, comentó, asegurando que no le interesa asistir a las reuniones de ex alumnos que lo invitan. “No quiero saber nada de ellos. No me interesa volver a juntarme con ellos y punto. Así es que no me escriban ni en redes sociales, ni en Facebook, ni en nada”, enfatizó.

Luego, Neme señaló que incluso le tenía terror a circular por lugares muy concurridos del establecimiento. “En sexto, séptimo, octavo, no podía, no podía, no podía, eran gritos… Yo buscaba rutas, en el recreo, en el colegio, rutas solitarias, para no pasar, porque yo sabía que si yo pasaba por un lugar donde había mucha gente, muchos alumnos, eso era bullying seguro. Conocía ya el camino detrás del kiosco, o la ruta por los baños, en fin. Ahora, que me escogieran para hacer algún tipo de acto, Fiesta Patrias, Navidad, era un terror. Cuando decían ‘usted va a ser el huasito’, yo decía ‘¡chuta!’. O sea, subirme a un escenario”, comentó.

“Un par de profesores sí me ayudaron, de Educación Física, por ejemplo, y otros profesores, pero es muy complicado. Cuando me di cuenta que mi intelecto era una herramienta, dije ‘me los tengo que ganar por ahí’. Entonces empecé a hacer sesiones de estudio, a traspasar mis resúmenes. Yo era siempre el que llegaba con todo preparado, listo, en fin, los otros sub preparados. A través de ahí yo me fui ganando, yo no diría el cariño, pero al menos el respeto” reveló.

José Antonio dijo que todo su paso por el colegio fue así, que después cuando más grande ya fue un poco menos. Pero esto fue “porque a mí me iba bien y yo era súper generoso, pero era generoso con interés. No me interesaba que a ellos les fuera bien, lo que me interesaba era que me respetaran medianamente”.

“Era una cosa bien utilitaria, ‘yo les enseño, les ayudo y ustedes me dejan de gritar cosas en el patio”, indicó.

Con respecto a quienes por Twitter le dijeron que la historia no era “tan así” como la contaba, Neme fue enfático: “Yo desafío a algún compañero mío de colegio que llame por teléfono. Yo no miento. Yo desafío a contrastar posturas, ahora que somos adultos, y recordar algunas escenas del colegio, y vamos a ver si eso es bullying o no”.