Las historias del Huáscar con bandera chilena

Huáscar en Talcahuano | Víctor Salazar | Agencia UNO
Huáscar en Talcahuano | Víctor Salazar | Agencia UNO
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La Batalla de Angamos el 8 de Octubre de 1879 no sólo fue clave en el rumbo de la Guerra del Pacífico, también marcó el comienzo de la historia del monitor Huáscar con bandera chilena.

Aquel día, el Huáscar fue acorralado por los blindados chilenos Cochrane y Blanco Encalada tras largas maniobras de persecución entre Punta Tetas y Punta Gualaguala, que derivaron en un enfrentamiento donde perdió la vida el Capitán de navío y Contraalmirante peruano, Miguel Grau, entre tantos otros marinos.

El jefe de escuadra y capitán del Blanco Encalada, Comadante Galvarino Riveros escribiría posteriormente que “la muerte del Contraalmirante peruano Miguel Grau, ha sido, señor Comandante General, muy sentida en nuestra escuadra, cuyos Jefes y Oficiales hacían amplia justicia al patriotismo y al valor de aquel notable marino”.

Documentos de la Armada señalan que en la Batalla Naval de Angamos se produjo el primer encuentro entre buques blindados y también se usaron granadas tipo Palliser, siendo una de ellas la que terminó con la vida de Grau.

Este combate permitió a Chile asegurar las vías marítimas y resultó vital en el desenlace de la guerra junto con la incorporación de una excelente nave a la Armada nacional.

Luego de la batalla, el Huáscar fue trasladado hasta Valparaíso donde se enarboló con la bandera de Chile por primera vez.

En sus primeras operaciones chilenas, el Huáscar estuvo al mando del Capitán Manuel Thomson, quien falleció el 27 de febrero de 1880 en un enfrentamiento contra el Manco Cápac en el puerto de Arica, tras ello, quien asume el puesto de capitán es nada menos que el Comandante Carlos Condell, cumpliendo misiones exitosas en el bombardeo de Arica, bloqueos en El Callao y apoyo a tropas terrestres en las batallas de Chorrillos y Miraflores.

Postguerra

Al término de la guerra, el Huáscar fue modificado con nuevos cañones, hélices, gabinetes y una renovada torre de mando, sumado a un mejorado sistema de calderas y aumento en el alcance de proyectiles que permitía una línea de tiro de 8000 yardas.

En 1888, al mando del Almirante Luis Uribe, la nave participó del traslado de los restos de Arturo Prat, Ignacio Serrano y Juan de Dios Aldea desde Iquique hasta Valparaíso donde finalmente las urnas fueron depositadas en el Monumento de Los Héroes de Iquique.

Guerra Civil de 1891

Una de las historias del Huáscar chileno que más llama la atención, se ejecutó en el año 1891 en plena Guerra Civil, cuando como parte del contingente congresista, regresó a las regiones de Tarapacá y Antofagasta.

Su inclusión en el conflicto armado ocurrió el 7 de enero de 1891, en el marco de las maniobras navales de las tropas congresistas que se enfrentaban a los partidarios del Gobierno de José Manuel Balmaceda.

Bombardeo de Iquique | Maurice Harvey

Bombardeo de Iquique | Maurice Harvey

Ese día, el Huáscar no contaba con las máquinas para poder movilizarse de manera autónoma, por lo que tuvo que ser remolcado por el Cochrane desde la bahía de Valparaíso hasta Las Salinas, donde fue reparado por los mecánicos especializados.

Una vez operativo, el Huáscar participó de la toma de Taltal logrando que gran parte de la población se sumara a la causa congresista, según consigna el libro Huáscar, Armada de Chile.

Posteriormente, el 12 de febrero el monitor fue clave para impedir que las tropas de Balmaceda desembarcaran desde el transporte Imperial en la localidad de Patillos, lo que mermó el contingente presidencialista en el lugar.

El reencuentro del Huáscar con Iquique ocurrió un 19 de febrero de 1881 cuando el navío participó del bombardeo a la ciudad que significó una gran victoria para los intereses de los congresistas que lograron controlar la zona salitrera.

Finalizado el ataque, el monitor se dedicó a desempeñar funciones de transporte de tropas y vigilancia costera.

Últimos años

Luego de 32 años de servicio, en 1886 el Huáscar sufrió la explosión de una de sus calderas causando daños graves en la embarcación que significó que fuera regresado al Apostadero de Talcahuano donde permanecería el resto de sus días.

En 1905 el Huáscar ya era un buque viejo y se realizaron consultas para añadir nuevas modificaciones y convertirlo en un cañonero moderno. Las recomendaciones detallaban que se debía remover su tradicional torre de combate, quitar el cielo y otros arreglos que finalmente fueron desestimados por el Consejo Naval el 15 de Junio del mismo año.

Sin embargo, en 1917 el Huáscar fue derivado como Buque Madre de una flotilla de submarinos clase “H” sin desempeñar actividades de navegación.

Restauración

Tras largos años de olvido, en la década de los ’50 el Contraalmirante Pedro Espina Ritchie coordinó y ejecutó una restauración general del Monitor Huáscar en la que participaron diferentes entidades de la época en colaboración con autoridades de la provincia de Concepción, que trabajaron en la recolección de utensilios, accesorios, muebles y otros objetos para dejar a la nave tal como lucía en su época dorada.

Víctor Salazar | Agencia UNO

Víctor Salazar | Agencia UNO

Ya en los ’70, se avanzó en un completo plan de mantención que permitiera preservar la nave para la posteridad, ya que tanto el casco como su estructura estaban sufriendo las inclemencias del paso de los años. Las labores de restauración estuvieron a cargo de Asmar Talcahuano supervisadas por el Capitán Gerald Wood.

De esta manera, el Huáscar se convirtió en un completo museo que hasta el día de hoy puede ser visitado en el puerto de Talcahuano, dando testimonio como reliquia histórica de las Armadas de Chile y Perú.

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La Batalla de Angamos el 8 de Octubre de 1879 no sólo fue clave en el rumbo de la Guerra del Pacífico, también marcó el comienzo de la historia del monitor Huáscar con bandera chilena.

Aquel día, el Huáscar fue acorralado por los blindados chilenos Cochrane y Blanco Encalada tras largas maniobras de persecución entre Punta Tetas y Punta Gualaguala, que derivaron en un enfrentamiento donde perdió la vida el Capitán de navío y Contraalmirante peruano, Miguel Grau, entre tantos otros marinos.

El jefe de escuadra y capitán del Blanco Encalada, Comadante Galvarino Riveros escribiría posteriormente que “la muerte del Contraalmirante peruano Miguel Grau, ha sido, señor Comandante General, muy sentida en nuestra escuadra, cuyos Jefes y Oficiales hacían amplia justicia al patriotismo y al valor de aquel notable marino”.

Documentos de la Armada señalan que en la Batalla Naval de Angamos se produjo el primer encuentro entre buques blindados y también se usaron granadas tipo Palliser, siendo una de ellas la que terminó con la vida de Grau.

Este combate permitió a Chile asegurar las vías marítimas y resultó vital en el desenlace de la guerra junto con la incorporación de una excelente nave a la Armada nacional.

Luego de la batalla, el Huáscar fue trasladado hasta Valparaíso donde se enarboló con la bandera de Chile por primera vez.

En sus primeras operaciones chilenas, el Huáscar estuvo al mando del Capitán Manuel Thomson, quien falleció el 27 de febrero de 1880 en un enfrentamiento contra el Manco Cápac en el puerto de Arica, tras ello, quien asume el puesto de capitán es nada menos que el Comandante Carlos Condell, cumpliendo misiones exitosas en el bombardeo de Arica, bloqueos en El Callao y apoyo a tropas terrestres en las batallas de Chorrillos y Miraflores.

Postguerra

Al término de la guerra, el Huáscar fue modificado con nuevos cañones, hélices, gabinetes y una renovada torre de mando, sumado a un mejorado sistema de calderas y aumento en el alcance de proyectiles que permitía una línea de tiro de 8000 yardas.

En 1888, al mando del Almirante Luis Uribe, la nave participó del traslado de los restos de Arturo Prat, Ignacio Serrano y Juan de Dios Aldea desde Iquique hasta Valparaíso donde finalmente las urnas fueron depositadas en el Monumento de Los Héroes de Iquique.

Guerra Civil de 1891

Una de las historias del Huáscar chileno que más llama la atención, se ejecutó en el año 1891 en plena Guerra Civil, cuando como parte del contingente congresista, regresó a las regiones de Tarapacá y Antofagasta.

Su inclusión en el conflicto armado ocurrió el 7 de enero de 1891, en el marco de las maniobras navales de las tropas congresistas que se enfrentaban a los partidarios del Gobierno de José Manuel Balmaceda.

Bombardeo de Iquique | Maurice Harvey

Bombardeo de Iquique | Maurice Harvey

Ese día, el Huáscar no contaba con las máquinas para poder movilizarse de manera autónoma, por lo que tuvo que ser remolcado por el Cochrane desde la bahía de Valparaíso hasta Las Salinas, donde fue reparado por los mecánicos especializados.

Una vez operativo, el Huáscar participó de la toma de Taltal logrando que gran parte de la población se sumara a la causa congresista, según consigna el libro Huáscar, Armada de Chile.

Posteriormente, el 12 de febrero el monitor fue clave para impedir que las tropas de Balmaceda desembarcaran desde el transporte Imperial en la localidad de Patillos, lo que mermó el contingente presidencialista en el lugar.

El reencuentro del Huáscar con Iquique ocurrió un 19 de febrero de 1881 cuando el navío participó del bombardeo a la ciudad que significó una gran victoria para los intereses de los congresistas que lograron controlar la zona salitrera.

Finalizado el ataque, el monitor se dedicó a desempeñar funciones de transporte de tropas y vigilancia costera.

Últimos años

Luego de 32 años de servicio, en 1886 el Huáscar sufrió la explosión de una de sus calderas causando daños graves en la embarcación que significó que fuera regresado al Apostadero de Talcahuano donde permanecería el resto de sus días.

En 1905 el Huáscar ya era un buque viejo y se realizaron consultas para añadir nuevas modificaciones y convertirlo en un cañonero moderno. Las recomendaciones detallaban que se debía remover su tradicional torre de combate, quitar el cielo y otros arreglos que finalmente fueron desestimados por el Consejo Naval el 15 de Junio del mismo año.

Sin embargo, en 1917 el Huáscar fue derivado como Buque Madre de una flotilla de submarinos clase “H” sin desempeñar actividades de navegación.

Restauración

Tras largos años de olvido, en la década de los ’50 el Contraalmirante Pedro Espina Ritchie coordinó y ejecutó una restauración general del Monitor Huáscar en la que participaron diferentes entidades de la época en colaboración con autoridades de la provincia de Concepción, que trabajaron en la recolección de utensilios, accesorios, muebles y otros objetos para dejar a la nave tal como lucía en su época dorada.

Víctor Salazar | Agencia UNO

Víctor Salazar | Agencia UNO

Ya en los ’70, se avanzó en un completo plan de mantención que permitiera preservar la nave para la posteridad, ya que tanto el casco como su estructura estaban sufriendo las inclemencias del paso de los años. Las labores de restauración estuvieron a cargo de Asmar Talcahuano supervisadas por el Capitán Gerald Wood.

De esta manera, el Huáscar se convirtió en un completo museo que hasta el día de hoy puede ser visitado en el puerto de Talcahuano, dando testimonio como reliquia histórica de las Armadas de Chile y Perú.