Esperanzados en conseguir un buen resultado en su visita a San Marcos de Arica, los jugadores de Unión La Calera emprendieron rumbo al norte del país para dar vida al juego de ida de las semifinales por el boleto a la Copa Sudamericana.

Un rival complicado para los cementeros, ya que en el torneo de Clausura no pudieron derrotar al ‘cuadro santo’, por lo que apuestan a cambiar la historia.

“Son dos partidos súper difícil, vamos a jugar con un rival que nos ha ganado, pero esto es una final, es una historia distinta y ojalá estemos a la altura de la situación y no tengo dudas de que vamos a hacer un buen papel”, anticipó Paulo Rosales, quien puede estar viviendo sus últimos encuentros con el cuadro calerano.

Por su parte, Lucas Giovini considera el encuentro como una final, además, descarta que el desarrollo del encuentro sea similar al del torneo de Clausura.

“Un partido más, es una final más. Los partidos acá no son iguales que en el campeonato. Tenemos claro que es un rival difícil, pero no imposible. Los partidos que hemos perdido en la temporada han sido por errores nuestros, más que por mérito del rival. Trataremos de ajustarnos porque ellos tienen un buen equipo y trabajan bien los contragolpes”, sentenció.

Cabe recordar que el choque entre San Marcos de Arica y Unión La Calera se jugará este sábado a las 21:00 horas en el Carlos Dittborn.