Hoy en “estoy comenzando a creer que vivo en un país de mierda”.

Estaba haciendo la fila en fiscalía del Banco de Chile, cuando un señor de edad vestido de Polo Ralph Lauren y que hablaba con la papa en la boca pide que le dejen cobrar un vale vista con un poder que estaba vencido. Ante la negativa de la cajera, insistió en hablar con la abogada hasta que lo consiguió. Le comentó que siempre hacía el mismo trámite todos los meses y que por favor le permitiera cobrar el vale vista, a lo que la abogada accedió.

Luego unos minutos más tarde una abuelita muy sencilla llegó a cobrar la pensión de su marido, pero el poder que éste le había dado había vencido. La cajera le dijo que no podía cobrarlo por tener el poder vencido y la mandó a hacer el trámite a notaría.

Ante la similitud de ambos casos, que eran básicamente la misma situación, le consulté a la cajera ¿por qué la abuelita no podía ser atendida por la abogada tal como hicieron con el caballero? dado que ella también hacía todos los meses el mismo trámite acá, ¿por qué no se le podía hacer la misma concesión?

“Son cosas diferentes” me respondió y al preguntar: ¿diferente en qué?, me dio varias excusas que no tenían ninguna validez de fondo.

Esta no es la primera vez que veo una situación así, esto es lo que tiene enfermo a Chile.

Rodrigo Maragaño
Diseñador y Publicista

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