Hace algunas semanas los moradores de un inmueble en La Serena recibieron una carta dirigida a la dueña de casa, con su nombre de pila y ambos apellidos, cuyo remitente era un abogado de un estudio jurídico de Valencia, España. Incluso el sobre venía con timbre y estampilla española.
Sin embargo, el contenido era más llamativo. El supuesto abogado -que firmaba como Antonio Alcedo Romero- explicaba que su cliente, junto a su esposa e hija, fallecieron en un accidente automovilístico.
“El finado tenía un depósito de fondo con su banco aquí en España, con la cantidad de 3 millones 50 mil euros”, aseguró el remitente.
Ante la inexistencia de un testamento, Antonio Alcedo explicó que la dueña de casa a la cual estaba dirigida la carta -como tiene el mismo apellido y origen del fallecido- puede cobrar ese dinero antes que pase a manos del Estado en España, ya que se descubrió que era pariente del millonario.
“Propongo ofrecerle el 50% de la suma total por su asistencia y colaboración y el 50% restante para mí, es decir, repartirlo en iguales, igual con los gastos de gestiones”, prosiguió Alcedo, dando un par de correos electrónicos para contacto y pidiendo “máxima discreción y confidencialidad”.
Esta carta, que ahora está en manos de la PDI de La Serena, es nada menos que otra forma de estafar que se está utilizando, así como ya se hace vía e-mail o por teléfono, para tratar de sacarle dinero a las víctimas.
De hecho, el jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (BRIDEC), comisario Cristián Alarcón, señaló que los delincuentes de alguna forma consiguen el nombre y apellidos del dueño de casa.
“Esa información la pueden obtener a través de la boleta de agua, luz o estados de cuenta que a veces quedan en el antejardín o en las puertas de las casas”, indicó el detective. Por supuesto que todos los timbres y estampillas son falsificados.
El comisario Alarcón precisó que son pocas las denuncias que se reciben, “porque a la gente le da vergüenza”. En todo caso, cree que “la codicia puede hacer que las víctimas caigan”, junto con la falta de conocimiento. Además se ha establecido que los estafadores a veces entregan cuentas del extranjero, por lo cual se dificulta más poder dar con sus identidades.