A sus 16 años, Mick Schumacher se lanza tras las huellas de su padre, el mítico Michael Schumacher, este sábado en el circuito de Oschersleben (norte de Alemania), donde se abre el campeonato alemán de Fórmula 4.

Será un pasos más en la carrera del campeón de Europa y vigente subcampeón mundial junior de karting. Esta nueva aventura la afrontará con un coche del equipo holandés Team Van Amersfoort.

“Mick comete pocos errores. Tiene talento, preparación y también inteligencia. La combinación parece buena”, estimó Rob Niessing, manager general de la escudería, que recordó que “el nombre por sí solo no hace ganar puntos, hay que trabajar duro”.

Por el momento, el automovilismo puede celebrar la llegada a la competición de un piloto que continúa la saga y que vuelve a poner a un Schumacher en la pista, con el deseo de poder acercarse algún día a la brillante carrera de Michael, siete veces coronado en la Formula 1.

Michael Schumacher continúa con su convalencia en Suiza, después del terrible accidente de esquí que sufrió en diciembre de 2013 en los Alpes franceses, con Mick a su lado.

El interés mediático por la carrera del hijo de ‘Schumi’ es evidente y ya en los ensayos de principios de abril se pudo sentir. La portavoz de la familia, Sabine Kehm, llegó entonces a pedir que el joven no sea “demasiado expuesto a una lucha mediática”.

“Es evidente que cuando se escucha el nombre Schumacher se piense automáticamente en la Fórmula 1. Y por supuesto que Mick tiene eso en mente, pero debemos ir etapa por etapa, primero tiene que aprender a llevar un Fórmula 4″, explicó.

Schumacher Jr debutará en esa competición en un circuito en el que su padre disputó su primera carrera oficial en una moto. La Fórmula 4 tiene otro vínculo directo con la Fórmula 1, ya que está apadrinada por el cuatro veces campeón mundial Sebastian Vettel.

Mick Schumacher no será el único hijo de un gran nombre presente en la competición de F4.

Los expertos seguirán también atentos la evolución de Harrison Newey, hijo de Adrian Newey -director técnico de Red Bull durante los cuatro títulos de Vettel-, y la del venezolano Jonathan Cecotto, cuyo padre Johnny fue dos veces campeón mundial de motociclismo (1973 y 1975), antes de pasar a competir en la Fórmula 1.

También ellos tienen el sueño de hacerse un hueco en el automovilismo y poder luchar en el futuro por ser los más rápidos sobre cuatro ruedas.