La Eurozona presionó este viernes a Grecia para que “acelere” las negociaciones con sus acreedores al estimar que no ha habido avances suficientes para alcanzar un acuerdo.

La reunión en la que participan este viernes en Riga los ministros de Finanzas de la zona euro estaba destinada en un primer momento a sellar un acuerdo de Atenas con sus acreedores sobre un plan de reformas que permitiría a Grecia volver a recibir la ayuda financiera suspendida desde agosto.

En espera está el último tramo de 7.200 millones de euros que completa los préstamos que recibió el país desde 2010 por un monto de 240.000 millones.

Pero “los avances en las negociaciones técnicas no son suficientes para llegar a un acuerdo en este Eurogrupo en Riga”, declaró Valdis Dombrovskis, el vicepresidente de la Comisión encargado del Euro, confirmando lo que numerosos responsables dan a entender desde hace unos días.

“No creo que hagamos suficientes avances hoy”, estimó el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, al llegar a la reunión.

Atenas y sus acreedores multiplicaron las reuniones los últimos días, a nivel técnico y político. Se registraron algunos avances, según varias fuentes, pero aún está lejos un acuerdo sobre la lista de reformas que el gobierno de izquierda radical se comprometió a presentar al Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea.

El ministro griego, Yanis Varoufakis, no se expresó al llegar a la reunión, pero estimó no obstante en su blog que “los desacuerdos no son insuperables”.

“Nuestro gobierno está dispuesto a racionalizar el sistema de pensiones (por ejemplo limitando las jubilaciones anticipadas)” y “llevar a cabo privatizaciones parciales”, indicó citando dos de los puntos en discordia entre Atenas y sus socios.

Las discusiones no avanzan tampoco sobre un aumento del IVA y la desregulación del mercado laboral, presentados como “líneas rojas” por Atenas.

Sentimiento de urgencia

El tiempo se acaba. Grecia debe saldar el 12 de mayo unos 950 millones de euros al FMI, y luego pagar sueldos a los funcionarios así como las pensiones a fin de mes.

“El mensaje es ‘aceleremos’. No tenemos todavía los medios para avanzar hacia una conclusión”, declaró Pierre Moscovici, el comisario europeo de Asuntos económicos, precisando que en la reunión de hoy querían transmitir a las autoridades griegas “un sentimiento de urgencia”.

“Hay un gran sentimiento de urgencia”, dijo por su parte Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, estimando “más importante” para las autoridades griegas que para la zona euro hallar una solución rápido, frente al riesgo de un default.

En Atenas el portavoz del gobierno, Gabriel Sakallaridis, también mostró su impaciencia: “pedimos que el problema de liquidez sea resuelto.”

El jueves, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aprovechó la cumbre extraordinaria sobre la inmigración en Bruselas, para defender su causa en un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande.

Se declaró “más optimista” luego de las reuniones.

En Riga, Dijsselbloem también afirmó que le “llegaron a los oídos noticias positivas la semana pasada”. “Pero tengo que saber más”, dijo.

El próximo Eurogrupo está previsto el 11 de mayo en Bruselas. Se evoca sin embargo una reunión la próxima semana si se logra un avance significativo en las negociaciones, según una fuente europea.

Pero “el momento crucial es fin de junio”, cuando el segundo programa de asistencia financiera para Grecia llegue a su fin, destacó a la AFP el ministro francés, Michel Sapin.

“Es la fecha límite”, afirmó por su parte el ministro eslovaco, Peter Kazimir.

Queda también en suspenso lo que sucederá luego del 30 de junio, dada la incapacidad del país para financiarse en los mercados. Se evoca “un nuevo contrato”, una nueva forma de asistencia, “pero no se está discutiendo aún”, indicó el ministro francés.