El gobernante Partido Patriota de Guatemala (PP, derecha) se quedó este domingo sin candidato a la presidencia para las elecciones de septiembre próximo, luego de la renuncia del ex ministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, tras denunciar “sabotaje” a su campaña.

Sinibaldi, a quien las encuestas ubican entre los tres principales aspirantes a la presidencia, lanzó duras críticas en rueda de prensa a la vicepresidenta Roxana Baldetti, a quien acusó de boicotear y bloquear su candidatura. 

“Las diferencias con la vicepresidenta Baldetti no son de ahorita, son diferencias profundas en la forma de actuar y de pensar”, declaró Sinibaldi, y señaló que ha mantenido acercamientos con dos partidos políticos que podrían postularlo como candidato presidencial.

El ex funcionario deja el partido oficialista en medio de un escándalo de corrupción en el sistema tributario que hizo caer el jueves a altos funcionarios de gobierno, incluido Juan Carlos Monzón, quien fungía como secretario privado de Baldetti.

Hasta el momento las autoridades no han dado con el paradero de Monzón, que se encontraba con la vicepresidente en Corea del Sur al momento de la captura de Omar Franco, titular de la Superintendencia de Administración Tributaria -ente recaudador de impuestos- y su antecesor Carlos Muñoz, junto a una veintena de personas por defraudación en las aduanas.

La renuncia de Sinibaldi al PP también ocurre cerca de la convocatoria oficial a elecciones generales, prevista para el 2 de mayo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Sobre la salida de Sinibaldi, la vicepresidenta reconoció que existieron “diferencias” con el excandidato pero rechazó la versión del boicot a su campaña política.

Con “Alejandro Sinibaldi teníamos diferencias, siempre tuvimos diferencias pero nunca pensé que su corazón estuviera tan enojado conmigo, mi corazón no está enojado con él, por el contrario, siempre traté de ayudarlo”, precisó Baldetti.   

Los guatemaltecos serán llamados a las urnas en septiembre para elegir al sustituto del mandatario Otto Pérez, además de diputados y corporaciones municipales, en medio de una ola de violencia criminal que deja un promedio de 16 muertes diarias, la mitad de ellas atribuidas al narcotráfico y las pandillas.