Luego que se diera a conocer que los presos chilenos desde la cárcel en la región Metropolitana realizaban estafas telefónicas con amenazas de secuestro hacia España. El ministro de Justicia, José Antonio Gómez, sostuvo que el uso de teléfonos al interior de las cárceles “muchas veces significa el descubrimiento de delitos que se cometen”.
El secretario de Estado se refirió al uso de inhibidores de señal al interior de los recintos penitenciarios y dijo que “el sistema ha generado cierta complejidad, para el uso de los teléfonos de los vecinos”.
Recordemos que la policía española ha recibido 162 denuncias por estafas telefónicas provenientes desde las prisiones chilenas. Los estafadores llamaban a españolas cobrándoles recompensas por supuestos secuestros, por los que ellos pagaban vía transferencia electrónica.
Al respecto, el director metropolitano de Gendarmería, coronel Carlos Muñoz, sostuvo que los inhibidores no están funcionando a petición de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, ya que estas ondas invaden a las comunidades aledañas.
Investigación conjunta
El director general de la policía española, Ignacio Cosidó, detalló que de los 162 casos, sólo en 14 de ellos se ha producido un pago por un suspuesto secuestro.
Mientras que el origen de las llamadas, según datos preliminares habrían sido efectuadas desde el Penal de Colina.
Hasta ahora no se manejan antecedentes de los autores, en la investigación que encabeza el Ministerio Público en Chile.
El fiscal Andrés Montes explicó que las diligencias se realizarán tanto en Chile como en España.
“La víctima se encuentra en el extranjero, por lo que se va investigar en Chile con colaboración del país donde se produce el delito, a fin de determinar el modo que ocurrió”, detalló el persecutor penal.
La policía hispana envió los antecedentes al Ministerio Público. No obstante hasta ahora la Fiscalía no ha recibido formalmente la denuncia.