Crítica de Teatro: “Trabajo Sucio”

Maglio Pérez
Maglio Pérez
visitas

Que todos somos negros parece plantear la obra de Nona Fernández (“El taller”), más allá de la condición de marginalidad que se tenga en el Chile actual.

La afirmación debe entenderse respecto de los personajes africanos de “Los negros”, del escritor francés Jean Genet (1910-1986), obra en la que Fernández se inspiró. La adaptación escénica pertenece al director Marcos Guzmán (“Ortopedia del alma”, “Fabulación”).

En realidad, los realizadores han formulado de manera explícita la pregunta ¿quiénes son los negros en el Chile actual?

Y se responden en esta obra: un grupo de trabajadores y trabajadoras, inmigrantes negros y ciudadanos chilenos, con algo en común: son el personal de aseo de un conocido centro comercial, en una famosa torre santiaguina.

Pero se alejan del texto francés cuando ponen como antagonistas, no a los colonos franceses de raza blanca que oprimen a los africanos y que Genet denuncia con ferocidad, sino a la clase adinerada chilena.

Un mundo de malestares

En todas las líneas del montaje se advierte el perfil profesional y artístico de los realizadores. Construyen un entorno escénico con rasgos innovadores que presiona la razón, la emoción y la sensorialidad del espectador.

Al anochecer, luego de una jornada extenuante de aseo en el enorme edificio, un grupo de trabajadores se reúne en el baño a conversar.

Este luminoso, limpio y pulcro espacio del centro comercial -por contraste, el reino del papel higiénico, el olor a cloro y los desechos humanos-, es un espacio íntimo de gente que vive condiciones laborales precarias.

Allí vuelcan sus malestares, rabias, resentimientos, hacia ellos mismos y sus patrones…Un ambiente en donde se incuba el deseo de venganza y muerte.

No todo está claro. En “Trabajo sucio” el relato contiene especies de secretos, simulaciones…ni hay una descripción única de los hechos.

Incluso, si fuera cierta la muerte de la joven hija del dueño del centro comercial, queda algo abierta una pregunta: si sería crimen o ajusticiamiento legítimo.

Opciones relevantes

1. Niveles de adaptación. Aunque plantea una confrontación social, por la obra no circulan ni como referencia lejana las experiencias de lucha antisistémica que han ocurrido y ocurren en Chile.

Resulta pertinente recordarlo porque se trata de una adaptación a la realidad chilena. No considerar esa variable hace que el asesinato, real o no -que conlleva un deseo colectivo tácito- sean sólo reacciones individualistas que se diluyen luego de calmarse las ansias de venganza.

2. Todos somos sordos y mudos. Poco se escucha al otro y poco nos entendemos. Lo revela un personaje que interpreta un joven haitiano que lanza un discurso en su idioma créole, que nadie entiende, salvo por sus matices expresivos, que van de lo paciente a la ira.

El mismo ennegrece con un plumón el rostro de otro trabajador para graficar su propio reflejo y/o la hermandad en la marginalidad.

3. Predominio de símbolos y síntesis. Instalan el relato en espacios definidos sobre una plataforma circular, (espectacular diseño integral de Cristián Reyes), que muestra cuatro caras del edificio.

Un baño pulcro, como pieza de clínica privada, pese a todo, sugiere un ámbito muy íntimo. Precisas trazas de marcas comerciales reconocibles. Un centro comercial autoprotegido, impermeable mundo claustrofóbico para sus trabajadores. Presencia de inmigrantes negros haitianos como esculturas humanas. Intervención de un guardia de seguridad azul con un hermoso perro negro que muestra los dientes a los marginales cuando es azuzado, cuyo ladrido remece al público y paraliza a los personajes negros sospechosos.

Leopoldo Pulgar

Leopoldo Pulgar

4. Elenco homogéneo. Integra actores y actrices profesionales destacados (Alfredo Castro, Mariana Loyola, Francisco Medina, Francisca Márquez, Fernanda Ramírez) con no profesionales que cumplen bien su rol, en un montaje que agrega una mirada distinta a realidades cotidianas.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Sala La Memoria. Bellavista. Miércoles a sábado, 21:00 $ 6.000 y $ 3.000. Hasta el 18 de Abril

Maglio Pérez

Maglio Pérez

    visitas

Que todos somos negros parece plantear la obra de Nona Fernández (“El taller”), más allá de la condición de marginalidad que se tenga en el Chile actual.

La afirmación debe entenderse respecto de los personajes africanos de “Los negros”, del escritor francés Jean Genet (1910-1986), obra en la que Fernández se inspiró. La adaptación escénica pertenece al director Marcos Guzmán (“Ortopedia del alma”, “Fabulación”).

En realidad, los realizadores han formulado de manera explícita la pregunta ¿quiénes son los negros en el Chile actual?

Y se responden en esta obra: un grupo de trabajadores y trabajadoras, inmigrantes negros y ciudadanos chilenos, con algo en común: son el personal de aseo de un conocido centro comercial, en una famosa torre santiaguina.

Pero se alejan del texto francés cuando ponen como antagonistas, no a los colonos franceses de raza blanca que oprimen a los africanos y que Genet denuncia con ferocidad, sino a la clase adinerada chilena.

Un mundo de malestares

En todas las líneas del montaje se advierte el perfil profesional y artístico de los realizadores. Construyen un entorno escénico con rasgos innovadores que presiona la razón, la emoción y la sensorialidad del espectador.

Al anochecer, luego de una jornada extenuante de aseo en el enorme edificio, un grupo de trabajadores se reúne en el baño a conversar.

Este luminoso, limpio y pulcro espacio del centro comercial -por contraste, el reino del papel higiénico, el olor a cloro y los desechos humanos-, es un espacio íntimo de gente que vive condiciones laborales precarias.

Allí vuelcan sus malestares, rabias, resentimientos, hacia ellos mismos y sus patrones…Un ambiente en donde se incuba el deseo de venganza y muerte.

No todo está claro. En “Trabajo sucio” el relato contiene especies de secretos, simulaciones…ni hay una descripción única de los hechos.

Incluso, si fuera cierta la muerte de la joven hija del dueño del centro comercial, queda algo abierta una pregunta: si sería crimen o ajusticiamiento legítimo.

Opciones relevantes

1. Niveles de adaptación. Aunque plantea una confrontación social, por la obra no circulan ni como referencia lejana las experiencias de lucha antisistémica que han ocurrido y ocurren en Chile.

Resulta pertinente recordarlo porque se trata de una adaptación a la realidad chilena. No considerar esa variable hace que el asesinato, real o no -que conlleva un deseo colectivo tácito- sean sólo reacciones individualistas que se diluyen luego de calmarse las ansias de venganza.

2. Todos somos sordos y mudos. Poco se escucha al otro y poco nos entendemos. Lo revela un personaje que interpreta un joven haitiano que lanza un discurso en su idioma créole, que nadie entiende, salvo por sus matices expresivos, que van de lo paciente a la ira.

El mismo ennegrece con un plumón el rostro de otro trabajador para graficar su propio reflejo y/o la hermandad en la marginalidad.

3. Predominio de símbolos y síntesis. Instalan el relato en espacios definidos sobre una plataforma circular, (espectacular diseño integral de Cristián Reyes), que muestra cuatro caras del edificio.

Un baño pulcro, como pieza de clínica privada, pese a todo, sugiere un ámbito muy íntimo. Precisas trazas de marcas comerciales reconocibles. Un centro comercial autoprotegido, impermeable mundo claustrofóbico para sus trabajadores. Presencia de inmigrantes negros haitianos como esculturas humanas. Intervención de un guardia de seguridad azul con un hermoso perro negro que muestra los dientes a los marginales cuando es azuzado, cuyo ladrido remece al público y paraliza a los personajes negros sospechosos.

Leopoldo Pulgar

Leopoldo Pulgar

4. Elenco homogéneo. Integra actores y actrices profesionales destacados (Alfredo Castro, Mariana Loyola, Francisco Medina, Francisca Márquez, Fernanda Ramírez) con no profesionales que cumplen bien su rol, en un montaje que agrega una mirada distinta a realidades cotidianas.

Leopoldo Pulgar Ibarra
Periodista

Sala La Memoria. Bellavista. Miércoles a sábado, 21:00 $ 6.000 y $ 3.000. Hasta el 18 de Abril

Maglio Pérez

Maglio Pérez