Este martes, Alejandro Uría Alanis compartió la imagen de una curiosa escena captada en el Metro de Río de Janeiro, la cual publicó en Facebook y tuvo una extensa repercusión en redes sociales. A continuación la imagen y su descripción:

Alejandro Uria Alanis | Facebook

Alejandro Uria Alanis | Facebook

No tengo prejuicios, creo que cada uno hace lo que quiere de su vida. Pero me parece un absurdo ser obligado a presenciar una escena como esta.

Lo que cada uno hace en particular es su problema, pero lo que se hace en público me afecta. Y yo me niego a ver una escena como esta y considerarlo algo normal.

No deseo el mal a nadie, pero las personas deberían cuidarse.

Están desafiando las convenciones sociales, y eso puede ser peligroso.

Si después sucede una tragedia, o peor, si alguien muere, ¿quién sera el culpable?

Lo peor de todo es el ejemplo para los niños. ¿Cómo va a quedar la cabeza de un niño que ve esa escena todo día, todo el tiempo?

Los niños van a pensar que es normal esperar el subte sobre la linea amarilla. Entonces, no haga como ella, la que esta al fondo de la foto. Espérelo antes de la franja amarilla, y sólo cruce la franja después que el tren esté parado y con las puertas abiertas.

Gracias desde ya.

La imagen fue tomada originalmente por Nelson Moreira, tal como indica el diario brasileño O Dia de Río, sin embargo fue la publicación de Alejandro la que alcanzó mayor difusión en la web, con más de 18.000 compartidos y 37.000 “Me Gusta” en Facebook en menos de 24 horas. Y si bien unos cuantos usuarios no comprendieron su tono irónico, la gran mayoría celebró la parodia hacia quienes desprecian las demostraciones públicas de afecto entre parejas del mismo sexo.

Alejandro conversó en exclusiva con BioBioChile respecto de por qué compartió la foto y sus inesperados efectos.

¿Cuál fue tu intención al publicar la foto con esa leyenda? ¿Simplemente hacer una broma a tus amigos o hacer algún tipo de llamado de atención en torno a la discriminación hacia los homosexuales?

Primero, si te fijás en mi perfil, vas a ver que estoy felizmente (hace una semana y cuatro días) casado con mi esposo. Y lo que me gustó, tanto de la foto como del texto que la acompaña (y que a todo el mundo les digo que ni la saqué ni lo escribí yo; sólo soy quien lo posteó en forma “pública”) es que rompe los paradigmas, te mueve el piso, te muestra algo, te hace pensar que es sobre ese algo… cuando en realidad es sobre otro tema absolutamente diferente y más importante.

Personalmente, me preocupa más la seguridad vial que el que dos chicas demuestren su afecto en público (lo que me parece de lo más normal).

¿Qué pensaste al ver que tanta gente lo había compartido desde tu perfil de Facebook?

Desde el martes hasta ahora he recibido (además de la sorpresa de los casi 30.000 me gusta y casi 15.000 compartidos) más de 800 solicitudes de amistad de perfectos desconocidos de toda Latinoamérica, España y Estados Unidos, además de unos 200 mensajes. De estos, la mitad fueron elogiosos, la otra mitad confusos, y algunos insultantes. A todos los confusos les respondí lo mismo “POR FAVOR, ANTES DE OPINAR RECOMIENDO LEER TODO EL TEXTO QUE ACOMPAÑA LA FOTO, espero tu respuesta después de leerlo”… y menos de la mitad volvió a responder diciendo “Ahhh, ahora lo comprendí”. A los insultantes, les respondí en forma cortante y seca. No tengo porqué bancarme insultos de desconocidos.

Pero realmente lo que me sorprendió es la cantidad de movimiento que generó el que reposteara en forma pública una simple foto.

Como dijo alguien (ya no recuerdo quién) de todas las personas que me escribieron: “Lo posteaste en el momento justo. No fuiste el fotógrafo ni el escritor, pero sí el que lo hizo público, el que lo difundió, y eso es lo que movió a la gente“.

Rectificación: Por un error, originalmente se identificó la imagen como tomada en el Metro de Santiago y posteriormente como el Metro de Buenos Aires. Lamentamos la confusión al respecto.