El gobierno hondureño acusó la noche del lunes a la oposición política de emprender una “campaña de desprestigio” para desacreditarlo, previo a la próxima del comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

El ministro de la Presidencia, Reinaldo Sánchez, al leer un comunicado frente a la prensa en Casa de Gobierno, advirtió “a la comunidad nacional e internacional de una campaña de desprestigio que han iniciado algunos líderes o activistas políticos para afectar la imagen de nuestro país”.

Añadió que la campaña se inicia “ante el compromiso” que tiene el gobierno “de someterse al monitoreo del cumplimiento del respeto irrestricto de los derechos humanos” después “de los logros que se han mantenido en esta materia”.

Honduras tiene que comparecer en mayo ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde fracasó en sus intentos por limpiar la imagen del país desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, que derrocó al entonces presidente Manuel Zelaya, actual líder del opositor partido Libertad y Refundación.

El canciller Arturo Corrales, quien acompañaba a Sánchez, dijo que los opositores han querido responsabilizar al gobierno de la muerte de una estudiante, cuyo cadáver apareció en una bolsa en un lugar solitario de la capital el 25 de marzo, un día después de participar en manifestaciones públicas.

Los estudiantes protestaban porque el gobierno pretendía aumentar cinco minutos la hora de clase y ellos alegaban que los de la jornada de la tarde saldrían de noche exponiendo sus vidas ante la delincuencia.

Corrales dijo que “hay dos detenidos y hay tres órdenes de captura más”, lo que demuestra “no es verdad lo que se está diciendo” acerca de la responsabilidad del gobierno en la muerte de la estudiante.