La tarde de este martes el gobierno de Chile confirmó que no tomará parte de la edición 2016 del rally raid más duro y completo del mundo, el Dakar.

La situación que actualmente se vive en la región de Atacama, producto de las lluvias y posteriores aluviones, sería la principal razón por la que el Gobierno desistiera de ser parte de la edición del próximo año.

Además, cabe mencionar que anualmente el gobierno debía pagar una millonaria cifra por ser parte de la carrera, la que en 2014 fue de 6 millones de dólares y en 2015 fue de 4 millones de la moneda estadounidense, luego de una negociación entre el país y ASO, la empresa francesa a cargo de la prueba, luego del terremoto que afectó a la zona de Arica e Iquique.

A ello se debe agregar las constantes quejas y críticas por parte del Colegio de Arqueólogos de Chile y el Consejo de Monumentos Nacionales por la destrucción que generaría el paso de la carrera por el desierto chileno.

De esta forma, Chile deja de ser parte de la fiesta tuerca tras siete años consecutivos luego que desde 2009 la competencia se corra en suelos sudamericanos tras suspender en África por amenazas terroristas.