Científicos estadounidenses lograron producir hidrógeno a partir de biomasa en un procedimiento experimental que podría reducir significativamente el tiempo y los costos de producción de este combustible, muy prometedor para los coches ecológicos.

Este avance, publicado en la revista estadounidense de la Academia de las Ciencias (PNAS), podría contribuir a acelerar la llegada a gran escala de vehículos a hidrógeno más económicos y que no emitan gases de efecto invernadero.

Actualmente, uno de los mayores obstáculos para la producción a gran escala de hidrógeno es su elevado costo, porque se produce a partir de gas natural.

Pero la distribución de este hidrógeno para los usuarios de vehículos equipados con celdas de combustible constituye otro desafío.

A diferencia de otros métodos de producción de hidrógeno, los investigadores del Instituto de Tecnología de Virginia (Virginia Tech) crearon un proceso biológico que utiliza enzimas que permiten producir hidrógeno rápidamente y con altos rendimientos a partir de glucosa y xilosa, azúcares abundantes en los residuos del maíz como las mazorcas y las hojas.

“Hemos demostrado el paso más importante hacia una economía basada en el hidrógeno, es decir, produciendo un hidrógeno limpio y económico que proviene de la biomasa local”, estimó Percival Zhang, profesor del departamento de ingeniería de sistemas biológicos en Virginia Tech.

El equipo de investigadores indicó que ya recibió un financiamiento importante para la próxima etapa de su proyecto, que consiste en demostrar la capacidad de producir hidrógeno a partir de biomasa a una escala industrial.

“Si bien es difícil en esta etapa predecir el costo de producción a gran escala, esta nueva técnica representa un enfoque revolucionario que ofrece numerosas ventajas”, explicó Lonnie Ingram, director del centro de combustibles renovables de la Universidad de Florida, quien no participó en la investigación.

El proyecto fue financiado en parte por la petrolera Shell en el marco de su iniciativa “GameChanger” (punto de inflexión) y la Fundación Nacional estadounidense de las Ciencias.