Como ya es tradicional en esta época, las autoridades concentran sus esfuerzos en las recomendaciones del consumo y manipulación de pescados y marisco. Pero también existen medidas “preventivas naturales” que pueden evitar infecciones que en promedio se prolongan por tres días.

Se calcula que al menos 30.000 personas sufren infecciones estomacales durante Semana Santa, fecha en que crece ostensiblemente la demanda de productos del mar y, al mismo tiempo, el riesgo por intoxicación.

Los probióticos son microorganismos inocuos, principalmente bacterias lácticas como lactobacilos o bifidobacterias, que protegen a nuestro cuerpo del ataque de organismos patógenos que pueden provocar enfermedades como la diarrea aguda.

Según el doctor Fernando Espina, director médico del Centro Pediátrico Mediclown y decano de la Facultad de Salud de la Universidad Santo Tomás: “La mayoría de las transgresiones alimentarias durante este fin de semana son por descuidos. Hay dos medidas tradicionales que no se cumplen: lavarse las manos y cocer los alimentos”.

Espina agrega que la ingesta de probióticos favorece la inmunidad del cuerpo contra el sistema digestivo: “Esto ayuda a tener un intestino mejor programado y el consejo es tomarlos durante todo el período de fiesta, ya sea en alimentos o en productos como el clásico Perenteryl”.

Mientras, Rodrigo Muñoz, director técnico del laboratorio Axon Pharma, recomienda que si ya se está atravesando por un episodio gastrointestinal, lo mejor es: “Preocuparse de la hidratación, idealmente bebidas isotónicas. Estas deben ingerirse a pequeños sorbos y de forma frecuente. Además, utilizar un antidiarreico de probada eficacia y tomar dos cápsulas antes de cada comida. No hay peligro de sobredosis y las dosis iniciales altas cortan muchísimo la duración del cuadro”.

Muñoz aclara que no da lo mismo cualquier probiótico: “Los probióticos naturales actúan de forma rápida y eficaz, acortando los síntomas y fortificando la flora intestinal, a diferencia de otros productos como yogures o bebidas lácteas, que recuperan la flora perdida muy lentamente y no sirven para detener el episodio infeccioso que se está cursando. Hay que elegir aquellos productos (medicamentos, alimentos o suplementos alimenticios) que tengan una probada eficacia, respaldada por estudios clínicos”.