Preocuparse por mantener un cuerpo perfecto y encajar con los cánones de belleza promovidos por la industria de la estética, las grandes firmas de moda y los medios de comunicación, son algunos de los factores que pueden desencadenar la anorexia en muchas jóvenes, trastorno alimenticio que al no ser tratado puede acarrear serias consecuencias.

Sin embargo, no sólo son ellas quienes sufren de esta patología. Debido al impulso de la belleza masculina hoy ellos también están experimentando esta enfermedad en menor medida (por cada 10 mujeres, 1 varón), pero de manera igualmente preocupante y grave.

Si bien no es un mal reciente, según un artículo de la revista española Eroski Consumer, recién en los años ochenta se logró juntar un número suficiente de estudios que permitieron reunir información para establecer patrones demográficos, rasgos clínicos y tratamientos acerca de los pacientes masculinos con anorexia.

Así se detecta que los síntomas más comunes de esta patología de carácter alimenticio son el miedo a engordar, la insatisfacción corporal y el hecho de adoptar prácticas voluntarias para intentar perder peso, como por ejemplo practicar ejercicio físico de manera extrema o inducirse el vómito para derramar lo ingerido.

“Si bien es un trastorno poco recurrente, uno de sus mayores auges se debe a que hoy en las sociedades occidentales se le está dando gran relevancia a la moda, promoviendo las siluetas delgadas, donde los referentes de belleza masculinos son hombres atléticos que bordean la desnutrición”, aseveró Cynthia Aravena, psicóloga y coordinadora del aérea de desarrollo profesional de Universidad Santo Tomás Concepción.

Según la especialista, tales modelos instaurados por los medios, afecta principalmente a tres grupos de jóvenes de entre 12 a 25 años:

- Deportistas: adolescentes sometidos a altas exigencias deportivas, que al no cumplir con ciertos requerimientos se someten a dietas estrictas y se auto castigan a través del exceso de ejercicio físico.

Niños que han sufrido obesidad: pequeños que debido a tener sobrepeso fueron rechazados por su entorno, razón por la que luchan por ser delgados y encajar en una sociedad superflua que promueve la delgadez como un estilo de vida.

Homosexuales: grupo que al igual que las mujeres están súper castigados por los estereotipos de belleza impuestos por las pasarelas internacionales, la televisión y la publicidad.

“Todos estos jóvenes comparten un mismo objetivo, conseguir la delgadez extrema, por esa razón se rehúsan a comer, cuentan cada una de las calorías presentes en los alimentos, juegan con la comida para evadir ingerirla y cada vez que consumen algo, acuden a la balanza para ver si su peso se mantiene intacto”, sostuvo la especialista.

Tal patología ha tenido un auge considerable debido a internet y a las diferentes redes sociales, plataformas que sirven para un traspaso constante de información, donde son los mismos pacientes quienes intercambian datos para perder peso de manera rápida y de modo silencioso.

En este escenario destaca el blog “El príncipe Imperfecto”, sitio utilizado por jóvenes que padecen esta enfermedad, quienes cuentan sus vivencias e historias, las cuales están asociadas en su mayoría a un tema de disconformidad corporal.

Extracto de El Príncipe Imperfecto: Domingo 13 de Octubre de 2013

“Ya no puedo más, estoy cada día más gordo. Parecerá loco, pero el único día de la semana que no voy a la farmacia a pesarme es el domingo, debido a que está cerrada. Ya hace una semana que no bajaba de peso, pero de ayer a hoy ¡Aumenté medio kilogramo! Me siento muy obeso, sacando de lado que lo estoy. Acabo de descolgar el espejo de mi dormitorio, no me quiero ver más cuando me estoy cambiando de ropa”, dice un anónimo.

Historias como éstas describen la situación que viven a diario cientos de hombres, que a raíz de la baja de peso comienzan a percibir una fuerte caída del pelo, pérdida de masa muscular que no se recupera, cambios en el estado de ánimo, falta de concentración, aprendizaje casi nulo, intensos dolores de cabeza, problemas de adaptación con el entorno, irritabilidad, disfunciones eréctiles y enfermedades asociadas a la inanición.

“Si bien los hombres son más fuertes y en pocos casos solicitan ayuda médica, cuando esto ocurre se parte con una terapia de carácter conductual que contempla una evaluación del paciente de acuerdo a su personalidad, resultado que en su mayoría está asociado a una distorsión de su figura y de la realidad. Tal es la complejidad de la patología, que dicho tratamiento que dura entre 3 a 5 años, debe estar siempre a cargo de un grupo multidisciplinario compuesto de un psicólogo, un psiquiatra, más la ayuda de una nutricionista”, indicó la especialista.

Con el fin de remediar esta situación y frenar el aumento de la anorexia masculina, se insta a los padres a cuidar a sus hijos, prestar atención a lo que ven, escuchan y leen sobre todo en internet. Asimismo, observar los hábitos alimenticios, comportamientos y tipos de actividad deportiva que puedan ir en perjuicio de la salud de estos muchachos.