La tecnología que revivió a Paul Walker en Rápido y Furioso 7

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Tal como estaba previsto, el mítico agente encubierto Brian O’Conner interpretado por el fallecido actor Paul Walker, volvió a aparecer en la séptima entrega de la saga de Rápido y Furioso, estrenada este jueves en Chile.

Como era de esperar muchos de los seguidores de la historia se emocionaron al ver la última aparición de Walker en la pantalla grande e interactuando con el elenco junto al que trabajo por tantos años.

Recordemos que tras el accidente automovilístico que le costó la vida al artista en 2013, Universal debió decidir si continuar la película o no. Sin embargo, optaron por utilizar toda la tecnología disponible para poder sacar adelante la producción.

Según indicó el sitio británico BBC, luego de varios meses de interrupción del rodaje, que sirvieron de reflexión y asimilación para los compañeros de set de Walker, se reescribió el guión y el equipo retomó sus trabajos.

Luego del estreno mundial de “Furious 7″, que tuvo lugar en Austin, Texas -en el marco del festival South by Southwes-, quienes pudieron ver la película aseguran que es difícil distinguir entre las escenas rodadas en vida por el actor y las generadas por computadora.

Esta técnica, llamada CGI (computer-generated imaginery) ya lleva más de veinte años de uso en el séptimo arte. Incluso en películas como “El cuervo”, se usó para devolver a la vida a Brandon Lee -que al igual que Walker falleció durante el rodaje- y en “Gladiator” para terminar las escenas de Oliver Reed.

El CGI también fue complementado con la ayuda de los hermanos del actor, quienes sirvieron de dobles de cuerpo para algunas escenas. En este caso, se utilizaron planos traseros evitando la aparición del rostro.

“La tecnología ha mejorado muchísimo en los últimos años y cada vez es más difícil notar la diferencia entre un plano real y uno creado utilizando CGI”, aseguró a BBC, Mike Chambers, presidente del consejo de la Sociedad Estadounidense de Efectos Visuales.

“Lo primero que se hace es utilizar un doble de cuerpo con un aspecto físico similar al del actor al que se ha de sustituir, filmándose la mayoría de las escenas con ese doble. Luego se ha de remplazar el rostro del doble con el del actor en cuestión. Se utilizan técnicas de animación para asegurarse que los movimientos de ese rostro encajan con los del doble para que tenga un aspecto natural”, explicó.

Chambers también señala que es muy probable que se empleara un “modelo en 3D del rostro del actor hecho con un escáner o un sistema de cámaras antes de que este falleciera”, lo que es una técnica habitual en las cintas de acción, donde a menudo se pone la cara del protagonista en el cuerpo de sus dobles de escena.

Y como si todo esto fuera poco, se sumaron también una serie de imágenes recicladas de las ediciones anteriores de la saga y que no fueron utilizadas, por lo cual fue necesario ajustar el guión para que pudiesen encajar con la historia de la nueva cinta.

Los retrasos en el rodaje causados por el fallecimiento de Walker, sumados al uso de CGI, que sigue siendo una tecnología muy costosa, hicieron que el presupuesto del filme aumentara en US$50 millones, hasta alcanzar los US$250 millones.

En tanto, el estudio Universal por el momento no ha querido desvelar qué escenas llegó a rodar el actor.

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Tal como estaba previsto, el mítico agente encubierto Brian O’Conner interpretado por el fallecido actor Paul Walker, volvió a aparecer en la séptima entrega de la saga de Rápido y Furioso, estrenada este jueves en Chile.

Como era de esperar muchos de los seguidores de la historia se emocionaron al ver la última aparición de Walker en la pantalla grande e interactuando con el elenco junto al que trabajo por tantos años.

Recordemos que tras el accidente automovilístico que le costó la vida al artista en 2013, Universal debió decidir si continuar la película o no. Sin embargo, optaron por utilizar toda la tecnología disponible para poder sacar adelante la producción.

Según indicó el sitio británico BBC, luego de varios meses de interrupción del rodaje, que sirvieron de reflexión y asimilación para los compañeros de set de Walker, se reescribió el guión y el equipo retomó sus trabajos.

Luego del estreno mundial de “Furious 7″, que tuvo lugar en Austin, Texas -en el marco del festival South by Southwes-, quienes pudieron ver la película aseguran que es difícil distinguir entre las escenas rodadas en vida por el actor y las generadas por computadora.

Esta técnica, llamada CGI (computer-generated imaginery) ya lleva más de veinte años de uso en el séptimo arte. Incluso en películas como “El cuervo”, se usó para devolver a la vida a Brandon Lee -que al igual que Walker falleció durante el rodaje- y en “Gladiator” para terminar las escenas de Oliver Reed.

El CGI también fue complementado con la ayuda de los hermanos del actor, quienes sirvieron de dobles de cuerpo para algunas escenas. En este caso, se utilizaron planos traseros evitando la aparición del rostro.

“La tecnología ha mejorado muchísimo en los últimos años y cada vez es más difícil notar la diferencia entre un plano real y uno creado utilizando CGI”, aseguró a BBC, Mike Chambers, presidente del consejo de la Sociedad Estadounidense de Efectos Visuales.

“Lo primero que se hace es utilizar un doble de cuerpo con un aspecto físico similar al del actor al que se ha de sustituir, filmándose la mayoría de las escenas con ese doble. Luego se ha de remplazar el rostro del doble con el del actor en cuestión. Se utilizan técnicas de animación para asegurarse que los movimientos de ese rostro encajan con los del doble para que tenga un aspecto natural”, explicó.

Chambers también señala que es muy probable que se empleara un “modelo en 3D del rostro del actor hecho con un escáner o un sistema de cámaras antes de que este falleciera”, lo que es una técnica habitual en las cintas de acción, donde a menudo se pone la cara del protagonista en el cuerpo de sus dobles de escena.

Y como si todo esto fuera poco, se sumaron también una serie de imágenes recicladas de las ediciones anteriores de la saga y que no fueron utilizadas, por lo cual fue necesario ajustar el guión para que pudiesen encajar con la historia de la nueva cinta.

Los retrasos en el rodaje causados por el fallecimiento de Walker, sumados al uso de CGI, que sigue siendo una tecnología muy costosa, hicieron que el presupuesto del filme aumentara en US$50 millones, hasta alcanzar los US$250 millones.

En tanto, el estudio Universal por el momento no ha querido desvelar qué escenas llegó a rodar el actor.