Después de Asia, Europa tomó el relevo de la campaña “La Hora del Planeta” el sábado con el apagón de monumentos tan emblemáticos como la Torre Eiffel en París o el Coliseo de Roma para marcar este año clave en la lucha contra el cambio climático.

A las 19h30 GMT, el símbolo más conocido de la capital francesa dejó de brillar y quedó a oscuras durante solo cinco minutos, por razones de seguridad.

Además de la Torre Eiffel, cerca de 300 monumentos parisinos se apagaron el sábado por la noche para participar en el evento “Earth Hour”, organizado por noveno año por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

“Save our climate now!” (“Salvemos ahora nuestro clima”): en Berlín, activistas compusieron este eslogan con velas en bolsas de papel cerca de la puerta de Brandenburgo. 

En Madrid, en cuanto las luces se apagaron en los jardines del Palacio de Oriente, ciclistas pedalearon sobre un escenario para dar luz a un globo terrestre gigante.

El apagón también llegó a Rusia, donde el Kremlin en Moscú, y el Museo del Hermitage, en San Petersburgo, apagaron las luces, de la misma forma que la Acrópolis de Atenas, el castillo de Edimburgo, el Coliseo de Roma, los rascacielos de Fráncfort o la plaza de los héroes de Budapest.

El Big Ben y el parlamento británico se oscurecieron en Londres, y el hederero del trono en Reino Unido se unió a la operación con un mensaje de vídeo: esto es “un recordatorio simbólico y potente de que todos juntos podemos cambiar las cosas”, afirmó el Príncipe Carlos.

Pedir compromisos políticos-Como en anteriores ediciones, WWF había pedido un apagón de una hora a ciudadanos, gobiernos y empresas de todo el mundo. El objetivo no era sólo ahorrar electricidad en ese momento puntual, sino sensibilizar sobre la necesidad de utilizar fuentes de energía sostenibles, además de pedir compromisos políticos para detener el calentamiento global.

Jacques Demarthon | AFP

Jacques Demarthon | AFP