Asociación ilícita, robo con intimidación, receptación, infracción a la ley de drogas y de control de armas, serían los cargos que enfrentaría una banda conformada por ciudadanos colombianos, ecuatorianos y chilenos que pretendían ingresar 114 kilos de marihuana y 3 kilos de pasta base avaluada en 670 millones de pesos.

El grupo formaba parte de la banda de “Los Cirilos”, liderada por un ecuatoriano, que a través de contactos en Perú y Bolivia gestionaba el traslado de la droga desde esos países hasta la ciudad de Antofagasta y de ahí transportada a la capital.

Si bien el modo de operar del grupo no dista del resto de las organizaciones, si marca la diferencia que estos imputados formaban parte de una red dedicada al robo con intimidación en automotoras para sustraer automóviles y entregarlos como parte de pago por la droga, como lo explicó el subprefecto Iván Villanueva.

Además, se indicó que la nueva ley de control de armas también podría ser aplicada a este grupo.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, detalló que en poder de los imputados se incautaron 11 armas de fuego, un silenciador, 34 cargadores, un cargador de fusil y más de 800 municiones de diverso calibre.

Esta diligencia se suma a la detención de otras 4 personas, entre ellas dos colombianos y un peruano, que fueron sorprendidos con 51 kilos de cocaína, que según la policía podría servir para preparar unas 104 mil dosis avaluada en mil millones de pesos.

Los imputados intentaron ingresar al país el producto oculto en un cargamento de cebollas, incluso la droga estaba caracterizada como el vegetal para evadir el control de los perros y no ser detectada por el ojo humano.

Los integrantes de ambas bandas quedaron en prisión preventiva, arriesgando altas penas de cárcel.