Científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) investigan un sitio de ruinas en el norte de Argentina con la hipótesis de que allí podría haber funcionado un refugio nazi, informó el diario Clarín.
Se trata de edificaciones con paredes de hasta tres metros de ancho en una zona inaccesible del Parque Teyú Cuaré, al sureste de la provincia de Misiones, en la frontera con Paraguay, según el enviado especial a la zona.
Un equipo del Centro de Arqueología Urbana de la UBA cumplió su primera etapa de trabajo en el lugar y elaboró una primera hipótesis: se trata de edificaciones levantadas para que vivieran ocultos altos mandos nazis.
“Aparentemente, a mitad de la Segunda Guerra Mundial (…) la aeronáutica nazi generó un proyecto secreto de construcción de refugios para que los más altos jerarcas nazis pudieran esconderse tras una derrota, sitios inaccesibles, el medio del desierto, en una montaña, en un acantilado o en medio de una selva como ésta”, explicó Daniel Schávelzon, director del CAU y líder del equipo.
Abonaron la hipótesis objetos hallados en el lugar, entre ellos cinco monedas alemanas que fueron acuñadas entre 1938 y 1941 y un fragmento de plato de porcelana con la inscripción “Made in Germany” fabricada por la firma Meissen entre 1890 y 1949, según el matutino.
Los investigadores creen que los nazis nunca usaron el refugio, que consta de tres edificios, porque cuando llegaron a Argentina se dieron cuenta que podían vivir sin esconderse.
Miles de nazis, ustachis croatas y fascistas italianos desembarcaron en Argentina con la bendición del entonces presidente, el general Juan Perón (1946-52, 1952-55), según el centro Simon Wiesenthal.
Ante Pavelic, el fundador del movimiento ustachi croata pronazi; Dinko Sakic, excomandante del campo de concentración de Jasenovac (Croacia); Josef Schwammberger, quien dirigió los campos de trabajo forzado cerca de Cracovia (Polonia); y el teniente coronel alemán, Adolf Eichmann, fueron acogidos en Argentina.
Eichmann, responsable de logística de la “solución final” en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, fue secuestrado en la periferia norte de Buenos Aires por el mosad israelí y trasladado ilegalmente a Jerusalén, donde fue juzgado y ejecutado.