El príncipe Harry anunció este martes que en junio se dará de baja en el Ejército británico tras diez años de servicio, durante los cuales combatió dos veces en el frente en Afganistán.
El príncipe, de 30 años, declaró que la decisión de poner punto final a su carrera militar ha sido “muy difícil tras diez años de servicio”, pero ahora tiene la atención puesta en el próximo capítulo de su vida.
“Estoy estudiando las opciones que se me presentan en el futuro y estoy realmente entusiasmado con las posibilidades”, declaró el príncipe Harry en un comunicado difundido desde su residencia oficial de Kensington Palace.
“Las experiencias que he vivido estos diez años las guardaré conmigo el resto de mi vida, y quedaré por siempre inmensamente agradecido”, añadió el príncipe.
Esta decisión ha sido una sorpresa para numerosos observadores de la realeza británica porque el príncipe parecía vivir un sueño de niño y satisfecho con su vida castrense.
Harry, cuyas andanzas juveniles le valieron una reputación de juerguista, se ha esforzado luego por labrarse una imagen más madura, y su compromiso con el ejército ha tenido un papel central en esa evolución.
Seguirá cumpliendo a tiempo parcial con sus obligaciones reales al servicio de su abuela, la reina Isabel II.
Nombrado capitán en Household Cavalry, cumple allí actualmente un trabajo de oficina, organizando conmemoraciones militares en Londres.
Cuarto en el orden sucesorio del trono británico y pronto el quinto tras el nacimiento del segundo hijo de su hermano Guillermo, en abril, el príncipe Harry terminará la parte militar de su vida tras su misión de un mes con las fuerzas de defensa australianas en abril y mayo.
Tras ese periodo en el ejército australiano, el príncipe Harry efectuará una visita oficial a Nueva Zelanda y un voluntariado en el ámbito medioambiental en el África subsahariana.
Antes de fin de año, empezará otro voluntariado en el marco del programa del Ministerio de Defensa británico, de rehabilitación de personas heridas o enfermas, tema que sigue muy de cerca.
Diplomado en la célebre academia militar de Sandhurst, el príncipe Harry ha servido dos veces en Afganistán, una veces con las tropas terrestres y una segunda como copiloto artillero de helicóptero de combate.
El general Nicholas Carter, jefe de Estado Mayor del Ejército británico, rindió homenaje al príncipe Enrique, alias “Captain Wales”, su nombre en el ejército, por sus aptitudes, capacidad de juicio y profesionalismo en Afganistán.
“Estuvo en primera línea durante todo su servicio e insistió para ser tratado igual que sus compañeros”, subrayó el general Carter.
El jefe de Estado Mayor, que encargó a Harry la organización de los Invictus Games, una competición deportiva que opone a cientos de soldados heridos o mutilados de todo el mundo, alabó su compromiso. “Los dio a conocer mejor gracias a la atención que él mismo les prestó”, dijo.