El volcán Turrialba de Costa Rica mantuvo este viernes su actividad eruptiva, aunque con menos intensidad que la víspera, lo que permitió la reanudación de vuelos en el principal aeropuerto del país, anunciaron las autoridades.

El coloso de 3.340 metros de altura registró tres erupciones el viernes con menos fuerza que los cuatro movimientos del jueves, cuando emitió una poderosa columna de humo que lanzó cenizas hasta a 100 kilómetros de distancia, según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) de la Universidad Nacional.

La ceniza cubrió la capital San José y obligó a cerrar el aeropuerto internacional Juan Santamaría durante 20 horas, con 111 vuelos cancelados.

Pese a la normalización, el presidente Luis Guillermo Solís dijo que suspendería una gira que tenía previsto iniciar el domingo a Francia, España e Italia si persiste la situación de emergencia en el país.

“Por el momento la gira no se llevará a cabo hasta que conozcamos el día de mañana (sábado) la última evaluación de los técnicos” sobre la actividad volcánica, dijo Solís a periodistas tras una reunión en la Comisión Nacional de Emergencias.

La comisión decretó alerta preventiva en la zona cercana al Turrialba, 70 kilómetros al este de San José, donde poblados fueron evacuados y 19 escuelas se mantenían cerradas este viernes.

El mayor trastorno causado por el volcán fue el cierre del aeropuerto principal del país, que vivió una situación de caos por la cantidad de personas que llegaron en busca de vuelos para salir del país.

El director de Aviación Civil, Alvaro Vargas, explicó que la terminal no podía operar por la cantidad de ceniza acumulada en la pista, que puede causar graves daños a las turbinas de los aviones.

La actividad volcánica del jueves fue la más intensa desde 1996, cuando el Turrialba hizo erupción después de 130 años de calma.