Espectacular estreno de temporada dedicada a Tchaikowsky ofrece Filarmónica de Santiago

Kotaro Fukuma, TMS (c)
Kotaro Fukuma, TMS (c)
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La Orquesta Filarmónica de Santiago ofreció una espectacular apertura de su temporada 2015 en el Teatro Municipal capitalino, con una programación de los días 11 y 12, dedicada a Piotr Ilitch Tchaikowsky, de quien se interpretaron la Sinfonía N°5 y el Concierto para piano y orquesta N°1. Este último contó con la participación del joven concertista japonés Kotaro Fukuma, de 33 años, quien retornó a Santiago y brindó una ejecución admirable junto a la agrupación musical dirigida, con el brillo acostumbrado, por su titular, el ruso Konstantin Chudovsky

El Concierto se inició con una delicada y sobria interpretación, de la Suite para Cuerdas, opus 14, de Domingo Santa Cruz (1899-1987), compositor, abogado y profesor universitario chileno, nombrado en su momento Profesor Emérito de la Universidad de Chile. Fue uno de los promotores del movimiento musical chileno del siglo XX, creador de la Sociedad Bach e impulsor del estudio de la música en la universidad. Recibió el Premio Nacional de Arte en el año 1951.

Fukuma, quien anteriormente participó con gran éxito en el Ciclo de los Grandes Pianistas en el mismo escenario hace dos años, brindó una interpretación redonda del conocido y muy popular Concierto de Tchaikowsky, al cual considera de gran importancia en la historia de la música: “es original y con una su estructura revolucionaria”.

El concertista asiático, con una capacidad de digitación prodigiosa y un sentido preciso del “timing” y unidad con la orquesta, tuvo momentos sobresalientes en los tres movimientos de esta composición, que ofrece por igual, facetas de clasicismo y pasajes románticos, como por ejemplo al comienzo del segundo movimiento, en que el maestro Fukuma dialogó dulcemente con la violinista concertino Holly Welscamp.

Luego de ser ovacionado, el concertista huésped se sentó al piano y ofreció como “encore” de despedida, una canción japonesa, en memoria de las víctimas del tsunami que afectó a su patria el año 2011.

El primer concierto de la temporada 2015 de la Filarmónica, concluyó con la Quinta Sinfonía en mi menor, opus 64 de Tchaikowsky (1840-1893), en homenaje al destacado compositor, de quien se recuerdan los 175 años de su nacimiento.

El ciclo de este año de la Filarmónica de Santiago destaca la ejecución de las seis sinfonías de Tchaikowsky, en cuyos conciertos se contará con la batuta de Chudovsky, quien ha señalado su orgullo y alegría de conducir estas obras de un autor a quien considera su favorito.

Esta vez, La Filarmónica de Santiago sonó brillantemente, con gran solidez instrumental de sus cuatro familias, desde las cuerdas hasta los bronces y la percusión.

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La Orquesta Filarmónica de Santiago ofreció una espectacular apertura de su temporada 2015 en el Teatro Municipal capitalino, con una programación de los días 11 y 12, dedicada a Piotr Ilitch Tchaikowsky, de quien se interpretaron la Sinfonía N°5 y el Concierto para piano y orquesta N°1. Este último contó con la participación del joven concertista japonés Kotaro Fukuma, de 33 años, quien retornó a Santiago y brindó una ejecución admirable junto a la agrupación musical dirigida, con el brillo acostumbrado, por su titular, el ruso Konstantin Chudovsky

El Concierto se inició con una delicada y sobria interpretación, de la Suite para Cuerdas, opus 14, de Domingo Santa Cruz (1899-1987), compositor, abogado y profesor universitario chileno, nombrado en su momento Profesor Emérito de la Universidad de Chile. Fue uno de los promotores del movimiento musical chileno del siglo XX, creador de la Sociedad Bach e impulsor del estudio de la música en la universidad. Recibió el Premio Nacional de Arte en el año 1951.

Fukuma, quien anteriormente participó con gran éxito en el Ciclo de los Grandes Pianistas en el mismo escenario hace dos años, brindó una interpretación redonda del conocido y muy popular Concierto de Tchaikowsky, al cual considera de gran importancia en la historia de la música: “es original y con una su estructura revolucionaria”.

El concertista asiático, con una capacidad de digitación prodigiosa y un sentido preciso del “timing” y unidad con la orquesta, tuvo momentos sobresalientes en los tres movimientos de esta composición, que ofrece por igual, facetas de clasicismo y pasajes románticos, como por ejemplo al comienzo del segundo movimiento, en que el maestro Fukuma dialogó dulcemente con la violinista concertino Holly Welscamp.

Luego de ser ovacionado, el concertista huésped se sentó al piano y ofreció como “encore” de despedida, una canción japonesa, en memoria de las víctimas del tsunami que afectó a su patria el año 2011.

El primer concierto de la temporada 2015 de la Filarmónica, concluyó con la Quinta Sinfonía en mi menor, opus 64 de Tchaikowsky (1840-1893), en homenaje al destacado compositor, de quien se recuerdan los 175 años de su nacimiento.

El ciclo de este año de la Filarmónica de Santiago destaca la ejecución de las seis sinfonías de Tchaikowsky, en cuyos conciertos se contará con la batuta de Chudovsky, quien ha señalado su orgullo y alegría de conducir estas obras de un autor a quien considera su favorito.

Esta vez, La Filarmónica de Santiago sonó brillantemente, con gran solidez instrumental de sus cuatro familias, desde las cuerdas hasta los bronces y la percusión.