La agencia federal de control de justicia de Río de Janeiro, investiga la desaparición del dinero incautado a principios de febrero al ex hombre más rico de Brasil, Eike Batista, acusado de abuso de información privilegiada y manipulación del mercado.

Según el semanario Veja, una parte de los 116.000 reales (cerca de 40.000 dólares) que fueron incautados en la casa del industrial petrolero en Río y 600.000 reales (200.000 dólares) en la del español Oliver Ortiz de Zárate Martin, arrestado en 2013 para tráfico de drogas, han desaparecido de los cofres del tercer Tribunal de Río.

Este tribunal está dirigido por el juez Flavio Roberto de Souza, que fue relevado del expediente de Batista el 3 de marzo – del cual era responsable desde diciembre- por el Consejo Nacional de Justicia y el propio tribunal federal de Río: el juez de Souza fue sorprendido y fotografiado el 24 de febrero al volante de un Porsche Cayenne de Batista, que él mismo había ordenado incautar.

La foto recorrió los medios de comunicación brasileños y el juez fue retirado del asunto. La semana pasada fue puesto en licencia por enfermedad hasta el 8 de abril.

Según Veja, el juez de Souza no era el único que tenía la llave de la caja del tribunal.

El abogado de Batista, Ari Bergher, recibió la noticia con “asombro”.

“La defensa se ve en el derecho a exigir la restitución inmediata de los bienes y activos confiscados ilegalmente a Eike (Batista) por dicho juez”, dijo a la prensa.

El magnate Eike Batista, icono caído de Brasil, es sospechoso de haber engañado a inversionistas en el marco de un plan para captar un millones de dólares para su empresa petrolera OGX (hoy Ogpar), cuyos objetivos de producción estaban sobrevalorados mientras los pozos no tenían el potencial de producción asegurado.

Batista se hundió, incapaz de mantener a flote su empresa cuando los inversores se retiraron.