Fue la pieza clave en la caída de sus ex empleadores en el grupo Penta. Sin embargo, ni siquiera su colaboración al entregar gran parte de los datos con los cuales se cimentó el caso, lograron que Hugo Bravo pudiera evitar ir a la cárcel.

Esto porque durante la audiencia final desarrollada este sábado, el juez Juan Manuel Escobar dictaminó prisión preventiva para él y otros 5 imputados en la causa, durante el plazo de 4 meses en el que se desarrollará la investigación.

El pesar era evidente en el equipo jurídico de Bravo, que reconoció como “una sorpresa” la decisión de enviar a su defendido al anexo penitenciario de Capitán Yáber. Esto debido a que se esperaba que su colaboración fuera vista como atenuante, al punto de que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) no había solicitado la medida cautelar en su contra.

De hecho, Escobar fue contundente en este punto, al considerar que las atenuantes sólo podrían haberse considerado en un juicio abreviado, mientras que calificó el argumento de su “irreprochable conducta anterior” como una “ciencia ficción jurídica”.

Catherine Lathrop, abogada de Bravo, no quiso comentar la situación ni tampoco las apelaciones que podrían invocar, asegurando que “los recursos no se anuncian, se ejercen”. En el mismo sentido, Gonzalo Inzunza, quien también forma parte de su defensa, indicó que tienen 5 días para resolver, aunque lo más probable sería recurrir a la Corte de Apelaciones.

Esto porque contrario a otros imputados que no tienen intención de apelar, a riesgo de recibir medidas cautelares más altas, Bravo tiene poco que perder. Permanecer en la cárcel en compañía de las mismas personas a quienes delató era su peor escenario.